jueves, 30 de diciembre de 2010

BUENOS CONSEJOS ... por: Américo Giannelli

El recibir y dar consejos es una experiencia de todas las personas. Comenzando por nuestra niñez, pasando por la adolescencia y la juventud. Siempre que hay alguien más grande o con mas trayectoria en la vida, hemos de recibir alguna indicación.

En nuestra juventud, pensamos que al llegar a la edad madura terminaríamos con una práctica que para la gente joven se convierte muchas veces en algo tedioso. Ahora, con unos cuantos años más nos damos cuenta que el "aconsejamiento" es una práctica siempre vigente.

No renegamos de los consejos, los hemos recibido en cantidad y muy buenos, con toda seguridad nos hubiéramos evitado muchos problemas si los hubiésemos puesto en práctica. La Biblia nos enseña acerca del valor de los consejos, Salomón decía "Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan" (Prov. 15:22 NVI).

Ahora bien, sucede que las personas son muy reacias a recibir consejos. En ese sentido quisiéramos apuntar dos motivos fundamentales: por una parte la actitud de los jóvenes y por otra la actitud de los mayores; ya que todos tenemos algo que ver en esta situación.

Un buen ejemplo de lo que les sucede a los jóvenes, lo hallamos en la parábola del hijo pródigo. Allí podemos observar a un joven impaciente, que deseaba independencia, como una forma de ser feliz. En términos generales, cualquier chico o muchacho que se encuentre por tomar esta determinación en su vida, recibe un consejo o amonestación por parte de sus padres. Probablemente, por la descripción del carácter que nos hace el Señor Jesús acerca de este padre, el joven hijo pródigo no tuvo escasez de consejo. No obstante lo vemos hacer su propia voluntad.

Esta es una cuestión muy curiosa del ser humano. Muchas veces el deseo de hacer cosas o tomar decisiones, es mas fuerte que todas las advertencias juntas. Este es un proceso que se observa con claridad en la juventud, pero que también se manifiesta en todas las etapas de la vida. Pensando en los proverbios de Salomón, encontramos una lección más: "El prudente ve el peligro y lo evita, el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias" (Prov. 22:3 NVI). Un signo de sabiduría o prudencia, es poder advertir el peligro y evitarlo, este es un proceso en el cual indefectiblemente necesitamos la orientación o el consejo que nos permita darnos cuenta de la situación peligrosa. ¡Gracias a Dios, porque siempre presenta señales en nuestro camino!, por medio de su Palabra y por el consejo de hermanos que nos guían para que no erremos.

También es bueno poder observar el problema desde el punto de vista de aquel que da un consejo. Pablo escribe en este sentido a Tito en cap. 2:6-8. Le pide que recomiende a los jóvenes a ser prudentes o sensatos. Esta es una recomendación muy valiosa, porque los ímpetus y desafíos de la juventud hace que muchas veces no seamos prudentes, sino que nos precipitemos en nuestras decisiones. Ser prudentes es un consejo inobjetable. Ahora bien, fijémosno que Pablo hace un gran hincapié en el respaldo moral y espiritual del consejero.

Ese respaldo a que Pablo hace referencia, se compone de dos aspectos fundamentales: primeramente ejemplo de vida demostrada a través de buenas obras, luego una enseñanza avalada por la integridad, la seriedad y un mensaje bien fundamentado.

Así que, es muy bueno tener capacidad y conocimiento para dar un correcto consejo, pero notamos que sin el respaldo moral y espiritual, tal vez lo que estamos consiguiendo es todo lo contrario a lo que dictan nuestras buenas intenciones.

Como dijimos al comienzo, a lo largo de toda nuestra vida hemos escuchado cantidad de consejos, muchos y muy buenos, y con buenas intenciones; pero en algunos casos sin ningún respaldo de vida. ¿Eso produce un rechazo por parte del joven de todo lo recibido?. En algunos casos termina siendo una enorme piedra de tropiezo, ya que la falsedad e hipocresía colaboran en apartar del camino al hermano que anda en dificultades espirituales. En otros casos, un consejo sin respaldo, es algo mas de lo mucho que se escucha. Pero quisiéramos dar nuestro testimonio de nuestra experiencia, los buenos consejos dados por buenos hermanos, fueron los que nos orientaron en nuestra vida, y los que nos sirvieron de dura reprensión cuando erramos el camino.

Hay un atributo de Dios que no siempre se mencionan en los libros de teología, y sin embargo se puede observar claramente: el equilibrio. Nuestro Dios es así, armonía, equilibrio en su persona y en el universo creado por Él. Los creyentes debemos imitar esta característica divina en todas nuestras relaciones: familia, trabajo, amistad, iglesia, y también en el arte de aconsejar y en la disposición para ser aconsejado.

Queridos hermanos jóvenes, tienen por delante un enorme desafío a lo largo de sus vidas, si el Señor no viene antes: el ser luminarias en este mundo, y vivir vidas de compromiso con Él a contramano de lo que dicta el sistema mundo gobernado por Satanás. En ese sentido, la Palabra de Dios nos llama a fortalecernos en el poder de la fuerza del Señor (Ef. 6:10), también hallamos en ella que Él nos ha dejado su Santo Espíritu para que nos guíe a toda verdad (Jn. 16:33), pero también observamos que nos ha provisto de la exhortación oportuna a través de hermanos que con sabiduría e integridad nos aconsejan como en el caso citado de Tito. No dejemos caer en saco roto la amonestación pertinente que tiene por fin orientarnos; la soberbia y el orgullo cierran el corazón y la mente, y ese es el gran fracaso del cristiano, no importa cual sea su edad.

Queridos hermanos mayores es buena la experiencia, y muy buena la intención de transmitirla a aquellos que nos siguen, pero no olvidemos la exhortación de Pablo a Tito. Tal vez lo podamos parafrasear de esta manera: Un buen consejo, dado por un buen consejero, será una eficaz herramienta en la vida del aconsejado.

viernes, 24 de diciembre de 2010

" EL GOZO " (Estado de paz en el alma) por: José M. Zorrilla

"como días en que los Judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes de tristeza se les cambio en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete de GOZO, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres"
Ester 9: 22


Cuando se habla de gozo en la sociedad contemporánea, se utiliza un vocabulario casi desconocido; como un tema desencajado de la realidad. Precisamente ésto me llevó a pensar en cómo era la sociedad que tuvo que enfrentar una comunidad judía unos 500 años antes de Cristo, en la nación Persa, y más específicamente en su capital Susa, con el rey Asuero y Ester que llegó a ser la reina.

La sociedad era intrigante, corrupta y violenta, con un primer ministro que era un verdadero enemigo público, ¡como para hablar de gozo en medio de ese caos!

Pero sucedió que fueron destruídos los enemigos, y esto es lo primero que se necesita para tener GOZO, paz en el alma. El GOZO, se diferencia con la alegría en que ésta es pasajera, inestable y circunstancial, porque se provoca desde el exterior, desde afuera afectando los sentidos y las emociones que explotan en risas y algarabías, pero toda la euforia es breve y muchas veces incoherente y no pocas veces se produce ante las lágrimas de otros, como vemos en un caso muy común; la caída de otra persona en forma inesperada.

En otro caso se necesitan ruidos o música estridente desde el exterior, y tiene la característica de ser individualista, como una especie de egoísmo manifiesto, porque se desprecia el derecho de otros. Pero estamos hablando de GOZO, que es un fruto del Espíritu Santo, por lo tanto es interna. La motivación comienza adentro del corazón, es decir, desde lo más íntimo del ser humano.

Volviendo al pasaje bíblico del principio, (que recomiendo leer en el libro de Ester), fue necesario primero destruir a los enemigos que habían implantado el terror en las personas y hacían gran daño. En aquella oportunidad era con nombres y apellido como el nefasto primer ministro Amán y sus secuaces.

Hoy donde el GOZO está tan ausente, y parece que las personas andamos con vestiduras de cilicio, (negras); y la tristeza se ve en los rostros, necesitamos la valentía y la decisión de la reina Ester y todo el pueblo con ella de volver a la dependencia de DIOS como ellos lo hicieron, y aunque no se nombre a DIOS en todo el libro, el Señor está tácito en cada acción del pueblo de Israel.-

Hoy también existen enemigos en el corazón que siembran el miedo y la angustia, ellos se presentan con nombres diferentes como: la INDULGENCIA personal, la tolerancia a toda especie de pecados, especialmente los sutiles como los celos, la envidia, el rencor, la rebeldía de no respetar las autoridades, y la liviandad de aceptar hechos reñidos con la moral, y toda la libertad, mejor dicho el libertinaje de tomar irresponsablemente las cosas sagradas. Tal vez se piense que exagero, pero pregúntese ¿dónde está la reverencia que DIOS merece y la atención que Dios aprecia mas que las grosuras (excelencias) de los sacrificios? (1ª Samuel 15:22).

Estos son los enemigos que hay que destruir de una vez por todas, entonces se volverá a implantar el GOZO en los corazones. Gracias a Dios tenemos los mismos y aún mayores recursos. El Señor Jesucristo ha provisto la más eficaz herramienta para la libertad verdadera, y destruir el pecado de nuestros corazones, ÉL con el sacrificio único de la cruz quitó de en medio el pecado, lo destruyó, haciendo la paz mediante la sangre de la cruz; (Colosenses 1:20 b)

Así que, cualquier persona agobiada por el pecado en su corazón, o con la desesperación y la impotencia de su propia naturaleza, puede confesarlo, verdaderamente arrepentido y aceptar a Jesucristo como Salvador y Señor de su vida. VENCE el terrible enemigo y el primer efecto del perdón es la paz del alma; experimentando el gozo por la justificación por medio de la fe, y esto a pesar de las circunstancias y el momento adverso que estemos viviendo.

El GOZO es fruto de la Persona del Espíritu Santo, es contagioso y participativo; necesariamente produce un cambio del egoísmo hacia la solidaridad y la participación, como vemos en el pasaje bíblico comentado; la tristeza y el luto se cambió en banquete y el envío de porciones, (de alimentos), y el GOZO alcanzó aún a los pobres. Así que en lugar de pálidas, quejas, lamentos y murmuraciones, disfrutaban de enorme GOZO. El pensar y hablar el tema ya nos produce GOZO en el corazón.

Pero amado lector, recuerde que no viene de afuera, sino que emerge desde el fondo del alma es un estado de paz, y no son las circunstancias buenas o malas, sino que JESUCRISTO mismo es el objeto del GOZO.

En la Biblia tenemos registrados casos de situaciones difíciles, como Pablo y Silas, en el calabozo de Filipos (Hechos 16:24-25), o al mismo Pablo animando aún frente un naufragio (Hechos 27:33-38). Ahora bien, cuando hablamos de GOZO, no estamos diciendo que la risa está incorporada al creyente, también hay lágrimas en la vida cristiana, pero qué diferente es saber que hemos sido aceptos en ÉL, y la justificación otorgada por la fe en su obra, permite gozar de paz permanente, somos perdonados y consolados por Dios mismo en Cristo el Señor.-

Termino mi comentario señalando que aquella admirable gente, fue responsable de cambiar, su situación volviendo sus rostros al Señor de los cielos; así se entiende cuando Mardoqueo rasga sus vestidos y clamando con amargura en la ciudad el pueblo se suma al clamor (Ester 4:1-3).

La oración, es el más grande recurso que tenemos para buscar a DIOS, que nos oirá, más todavía, nos responderá con acciones maravillosas que pueden cambiar nuestras tristezas en Gozo verdadero y esto aunque las circunstancias adversas persistan (Jeremías 33: 2-3).

Dijo Jesucristo: "estas cosas os he hablado para que MI GOZO esté en vosotros" (San Juan 15:11) ... y vuestro GOZO sea cumplido o completo y así como dice una canción: "EL GOZO DEL SEÑOR MI FORTALEZA ES ".

lunes, 20 de diciembre de 2010

ESPOSA IDONEA EN TIEMPO DE ESCASEZ por: Irma R.C. de Gutiérrez.

Cuando pensamos en el término idónea, en nuestra mente se refleja la escena del Edén, ese paraíso terrenal donde Dios colocó a la máxima expresión de su creación. La soledad no era buena, faltaba una "ayuda idónea" (Génesis 2:18,20). Fue así, que del costado de Adán, debajo de su brazo y cerca de su corazón, Jehová-Dios extrajo la compañera adecuada (idónea es adecuada), de igual naturaleza, pero que requiere de su protección y amor. La flamante pareja poseía todo, habitación, alimento, trabajo, disfrute mutuo y goce de la comunión con Dios.

Pero el encanto se destruyó. Eva tomó, comió y dio sin consultar. Asumió el liderazgo, desvirtuándose el propósito para el cual fue creada. La consecuencia fue terrible, no sólo su transgresión afectó a su marido (1° Timoteo 2:14), sino que abrió las puertas del mundo al pecado. Por lo que la muerte pasó a todos los hombres (Romanos 5:12).

Vienen a mi mente dos matrimonios de la iglesia primitiva, de actitudes totalmente opuestas: Ananías y Safira pudieron llegar a destruir la pureza de la naciente iglesia de Jerusalén. (Hechos 5:1-11); por el contrario, Priscila y Aquila instruyendo delicadamente a un elocuente predicador sobre el evangelio cristiano y su aplicación, defendieron con valor la fe cristiana (Hechos 18:18,19, 24 al 26).

Ahora bien, ¿qué señalan las Escrituras respecto a estas esposas?

Safira, no sólo conocía el plan engañoso de Ananías, sino que convino en formularlo. Cuando fue interrogada por Pedro, su ceguera espiritual era tal que respondió sin intención de apartarse del camino del engaño. Quizás la codicia, el amor al dinero, el buscar alabanza ó la atracción de la bondad demostrada por generosos hermanos (Hechos 2:45; 4:34 al 37) la condujeron a cometer en complicidad un grave pecado contra Dios. Ante la existencia de bienes materiales, ella es un ejemplo negativo de idoneidad.-

Priscila, junto a Aquila formaban un equipo de ayuda al apóstol Pablo. En algunas ocasiones su nombre precede al de su esposo, entre otros pasajes 2 Tim 4:19. "Priscila parece haber aplicado su aguda mente al conocimiento y a la interpretación de las Escrituras. De ahí que obtuvo preeminencia.". (Kistemaker). Valiente, decidida (Apolos era un educador entendido), colaboradora arriesgada, activa en el servicio. (Romanos 16:3-5a), humilde artesana. Todo un ejemplo positivo de idoneidad.

Kidner comenta "la mujer es la que hace o deshace a su marido (un "bien" dado por Dios, Prov. 18:22; 19:14; de hecho, su "corona" o, de lo contrario, "carcoma en sus huesos", Prov. 12:4)". ¿No es difícil ser esposa idónea bajo los parámetros que la Biblia indica, en tiempo de escasez ó en tiempo de abundancia? Si bien pareciera que en éste último no es así, (no te fíes, las apariencias engañan), medita en las palabras de Proverbios 30: 8b-9.

Nos preguntamos entonces, ¿cuál es el secreto para llegar a ser la esposa adecuada que Dios ha determinado? (Efesios 5:18-21). Sin someterse al esposo en el temor de Dios, ¿se puede ser ayuda idónea? Dice MacDonald "sometimiento nunca implica inferioridad. El Señor Jesús se somete a Dios Padre, pero no es inferior en absoluto a Él". ¿No es el resultado de la llenura del Espíritu? ¿Es posible estar llena del Espíritu, si no he reconocido a Cristo como Dueño y Señor de mi vida?. Y si Él es mi Dueño, mi voluntad le será rendida. Mi corazón lleno de Su amor buscará inconscientemente someterse hacia la autoridad del ser amado, porque de esa manera se someterá a la autoridad de Dios. Un reconocimiento fundado en el amor a Dios, un reconocimiento que el Espíritu Santo siembra cuando le dejamos actuar. No importa si el tiempo que nos toca vivir es de escasez o de abundancia. La idoneidad es independiente de la circunstancia, porque una esposa idónea, sólo puede ser tal, cuando el Espíritu Santo actúa en su vida, pues sólo así manifiesta Su fruto. (Gálatas 5:22-23).

Ahora bien, para ser esposa idónea en tiempo de escasez (entendiendo toda situación insuficiente), qué importante es recordar Proverbios 19:14: "La casa y las riquezas son herencia de los padres; más de Jehová la mujer prudente". M. Henry, expresa: "...esto es un regalo de Dios... La esposa no se hereda; se la encuentra en el lugar y el momento que Dios dispone". Por lo tanto, si somos para nuestro esposo un regalo de Dios, debemos ser de gran bendición para él, entonces ¿por qué no pensar que podemos ser el medio que Dios utilice para suplir aquello que le llegue a faltar? Filipenses 4:19.

Por eso, en esta sociedad actual, que nos obliga a correr como gacela en el bosque y luchamos por nuestro amor, adoración y servicio a nuestro Señor, esta sociedad que a veces nos hace llorar en silencio, y nos hace llorar porque amamos y no entendemos ¿ por qué la escasez es una sombra que rodea nuestro hogar? Acaso, ¿no nos detuvimos a pensar que el adversario ataca donde más duele y que su estrategia de guerra cambia según los tiempos?. Recordemos que tenemos un Padre amoroso que desea lo mejor para nosotras y para nuestro hogar, aunque las circunstancias parezcan adversas (Romanos 8:28). Oremos, clamemos, consolemos, animemos, seamos prudentes y esperemos. Esperemos confiadamente en nuestro Señor, que aquí tenemos una promesa. "Los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien". (Salmo 34:10b) Bevan dice "La bondad de Dios es multiforme, será según nuestra necesidad. Tenemos aquí una promesa tan ancha como nuestra necesidad y tan honda como nuestra aflicción".

Y para concluir no podemos dejar de pensar en el retrato que traza Proverbios 31:10-31, que aunque representa una dama de cierta posición en la sociedad oriental que maneja sirvientes y tiene dinero para invertir, igual podemos aplicarlo a nuestro tema. Basta detenerse en las virtudes que contiene la expresión hebrea "éset jayil" con la que se designa a esta mujer: prudencia, fidelidad, laboriosidad, generosidad, iniciativa. Virtudes tales que si en nosotras se reflejan, seremos para nuestro marido sin lugar a dudas, la esposa idónea que el Señor en su gran bondad le ha provisto, porque su corazón habrá experimentado que en nosotras está confiado. (Prov 31:11)

jueves, 9 de diciembre de 2010

A LA CASA DE JEHOVÁ IREMOS Por: Juan Garcia

La frase está en el Sl.122:1: “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos”. Los salmos 120 a 134 llevan como título o explicación “Cántico gradual”,(sin que esto sea parte de la inspiración divina). En realidad no se sabe con certeza qué significa; pero algunos estudiosos creen (y nos parece muy probable) que eran cánticos que entonaban los peregrinos hebreos que cumplían con lo que dice en Ex.23:l7:”Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor”. Se iban formando caravanas desde Galilea en el Norte que se hacían a veces muy numerosas (Lc.2:41–45) mientras avanzaban hacia el Sur. En el Sl.121 se exalta la confianza en el cuidado divino por los peligros (por lo accidentado) del camino:”No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda...El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche”. En el 133 ya llegaron: “!Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”. Están juntos y en armonía. Son 12 tribus; cada una con sus particularidades; con distintos niveles sociales, económicos, culturales; ¿qué los unía?.Eran todos de una misma familia, hijos de Abraham y Sara. Pero fundamentalmente lo que los congregaba era que todos tenían un mismo DIOS, el Vivo y Verdadero, cuya Presencia estaba representada por el arca colocada en el lugar santísimo. Ellos sabían bien que en la mesa de los panes de la proposición estaban representadas las 12 tribus, y en pectoral del sumo sacerdote estaban identificados por sus nombres escritos en piedras preciosas; incluso cuando la nación se dividió en 2 reinos, allí seguían estando juntas.
Hoy “la casa de Dios” no es un edificio levantado en un punto geográfico determinado, como ya lo anticipó el Señor mismo a la mujer samaritana (Jn.4:21–24), sino el conjunto de renacidos en sí. Leemos en l Tm.3:15: “...para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”.(Otras referencias ampliatorias se registran en Ef.2:19–22 y 1 Pd.2:5, etc.) Cada creyente es una parte viva de la “casa de Dios” por el Espíritu Santo que mora en él. Cuando uno de nosotros hace referencia a “la Iglesia”,jamás debe pensar en que es algo aparte de uno mismo; y menos sentir, hablar o actuar como si a uno no le tocara.
NUESTRA ACTITUD HACIA LA IGLESIA. La Iglesia como un todo es amada, respetada; también debe ser respetada y amada la Iglesia local, que viene a ser una pequeña parte de la Iglesia universal, conservando por su adecuación a la Palabra de Dios todas las características básicas de la “Iglesia del Dios viviente”.
“Yo me alegré con los que me decían: a la casa de Dios iremos”. No le alegrarían esas mismas personas si fueran a la casa de Baal o a un acontecimiento mundano o de gratificación carnal. Son una bendición en nuestra vida los hermanos que nos estimulan con su ejemplo a ir juntos a la Presencia del Señor. Es motivo de gran gratitud el tener comunión efectiva con hermanos así. Hace poco le agradecí a un hermano. porque su amistad me resulta edificante para mi vida espiritual.
Por otra parte las palabras del salmista son un inspirador testimonio personal. Ir a la casa del Señor era un propósito, un proyecto; todavía no van, pero ante la resolución de ir él ya tiene motivo de gozo, de alegría. No hay aquí ni sombra de “la penosa obligación que el creyente tiene que cumplir”. Sí hay gozo santo que hace de la oportunidad una verdadera fiesta para el espíritu..
Desde luego la comunión enriquecedora entre los hermanos es un efecto; la causa primordial es la comunión con el mismo Señor.
NUESTRA ACTITUD AL REUNIRNOS COMO IGLESIA. QUE SOMOS. En primer lugar recordamos la exhortación de Heb. 10:25: “...no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”..A veces nos vemos privados de asistir por razones de fuerza mayor. Suele ser un problema el que al desaparecer la razón de la inasistencia a la razón la suplanta la costumbre de no concurrir.
En una Iglesia en la que estuve sirviendo al Señor en varias oportunidades me llamó la atención el versículo que tenían escrito en la parte superior detrás del púlpito: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.(Mt.18:20). En cierta manera estas palabras de nuestro Señor Jesucristo han sido y son aún lo que podríamos calificar de distintivo de los hermanos que nos reunimos sin ningún nombre denominacional, basando nuestro congregarnos en la seguridad de que EL cumple Su Promesa (no puede ser de otro modo) de estar “en medio”. EL su bendita Persona es quien nuclea a los Suyos. Oro al Señor para que por Su Espíritu ésta sea mi experiencia cada vez mas profunda, mas real, y no solo una verdad un tanto difusa.

lunes, 6 de diciembre de 2010

El argumento más fuerte. Por: Américo Giannelli

Sin lugar a dudas la Biblia es un libro singular. Esta colección de sesenta y seis libros, que fuera escrita por la más diversa gama de escritores (reyes, gobernantes, soldados, pescadores, pastores, cobradores de impuestos etc.), y en un amplio período de tiempo, tiene la virtud de ser un libro homogéneo y sin contradicciones, esto no por arbitrio de la casualidad, sino por una razón que la Biblia misma nos da: "...los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2ª Pedro 1:21). La Biblia es entonces un libro único por el origen de su escritura, e insuperable en su impresión y circulación (se llevan millones de ejemplares distribuidos en todo el mundo y en la mayor variedad de idiomas conocidos)

También hay un aspecto en el cual la Biblia es realmente singular: Es el libro más combatido. En el desmedido afán por encontrar errores, contradicciones o falsedades; se han sumergido en distintas épocas de la historia, filósofos, políticos, científicos e historiadores. En el mismo sentido se han sumado voces con el sólo propósito de desprestigiar la calidad y pureza del mensaje bíblico, con argumentos de distinta índole.

Sin embargo uno de los argumentos más comunes contrarios a la Palabra de Dios y que es muy usado por las personas es: "Yo no creo en la Biblia", o "si bien es un libro moralmente bueno, no creo que sea la Palabra de Dios".

En una charla en la clase de la Escuela Dominical, un hermano dijo con razón: "Este tal vez sea, el argumento que cierra toda posibilidad a la predicación del evangelio", seguramente porque sin las Escrituras es muy difícil predicar acerca del amor de Dios y la fe en Cristo, verdades que se encuentran solamente en la Biblia.

La negación es el argumento preferido de la humanidad. Desde Adán y Eva en adelante, el negar los hechos ha sido el recurso más usado por los hombres para esconder sus errores y zafar de los problemas, pero también verse enredado en una trampa de la cual es muy difícil salir.

Entonces, ¿Qué decir cuando se nos presenta semejante argumento?. En primer lugar deberíamos tener en claro que la misión del cristiano es anunciar el evangelio y presentar defensa de la razón de nuestra esperanza (1ª Pedro 3:15), pero ello no implica envolvernos en discusiones y polémicas. ¿Cuál debe ser nuestra actitud?. Como nos está diciendo el apóstol Pedro, "presentar defensa con mansedumbre y reverencia". En ese sentido queremos aportar un argumento, que lejos de ser capcioso, encierra grandes verdades que son irrefutables, justamente porque contiene la verdad.

Hace ya muchos años, un hermano nos dio tres razones por las cuales él cree en la Biblia: La primera hace referencia a Israel. Dios en su Palabra profusamente hace referencia a su pueblo terrenal. La Biblia contiene la historia de esta nación y todas las promesas hechas a Israel, muchas de ellas ya se han cumplido y otras con total seguridad han de cumplirse.

La segunda razón presenta al Señor Jesús. El Antiguo Testamento proféticamente anuncia su nacimiento, vida, muerte y resurrección. El Nuevo Testamento, por su parte, nos narra la historia de su vida y sus enseñanzas. La historia secular confirma la existencia de Cristo en la tierra, su nacimiento sirve de inicio para el conteo de los años, y si bien muchas personas no creen en Cristo, nadie duda acerca de la veracidad de su existencia.

Las dos primeras razones son fácilmente comprobables, porque los hechos históricos así lo demuestran. Ahora bien la tercera razón es la más fuerte: La experiencia del encuentro personal con Cristo. El hermano había comprobado que aquello que dice la Biblia acerca de "que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2ª Cor. 5:17) era absolutamente cierto.

Realmente ante tan importante argumento, no hay lugar a dudas propias, porque es nuestra experiencia con Cristo y al estar en Paz con Dios, esto nos permite disfrutar de la Paz de Dios; tampoco hay lugar a dudas ajenas, porque el cambio en nuestras vidas es el testimonio más elocuente del mensaje cristiano.

En ese sentido podemos observar con atención a la mujer samaritana, ella ha tenido un encuentro con Cristo, y esa experiencia motiva a las personas del lugar a conocerle y creer en Él (Jn. 4:39-42).

Es bien cierto que la doctrina cristiana no está basada en experiencias personales, sino en los principios fundamentales que encontramos en la Biblia. Pero también es correcto que el argumento más fuerte en defensa de la fe y la Biblia es nuestra vivencia, en donde comprobamos el poder de Dios en la salvación, Su amoroso cuidado en cada instante de nuestra vida, Su paz dándonos descanso en un mundo tan conflictivo, Su fortaleza dando vigor a nuestra vida y Su guía orientándonos permanentemente.

¡Qué importante es el testimonio personal!, habla mejor y con más profundidad al alma humana que cualquier mensaje dado por el más convincente predicador; por eso pensamos que es el más fuerte argumento en defensa de la fe y la Palabra, pero también las más poderosa declaración del evangelio, porque es la demostración del poder de Dios en la salvación del alma.

martes, 30 de noviembre de 2010

EL HOMBRE DE DIOS Y LAS PRIORIDADES por: Jose Zorrilla

EL SIERVO DE DIOS ES UN HOMBRE QUE TIENE Y EJECUTA SUS PRIORIDADES : JEREMÍAS 15 19 " Por tanto, así dijo Jehová: si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de Mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca......" .-

El hombre de Dios, el varón de Dios, o el siervo de Dios, siempre es un hombre LLAMADO por el mismo Señor, restaurado y preparado por EL mismo, es el hombre que DIOS puede usar para su gloria y para concretar sus propósitos.-

Lo primero que vemos y es obvio es un convertido verdaderamente a Cristo, es un hombre restaurado en todo el sentido espiritual del término, el problema del pecado del pasado ha sido perdonado y la rebelión del presente debe haber claudicado al responder al llamado de amor del señor.

Por tanto es un hombre que habiendo equilibrado sus sentimientos y emociones, sabe que puede responder a Dios y de hecho lo hace. Esta y respuesta y posición delante de Dios, se trasunta en evidencias de una vida diferente, es apto para participar le la herencia de los santos en luz, ver Colosenses 1:12,ser santo significa ser apartado de los afanes desmedidos y ambiciones mundanas, egoísmos y soberbias, no le interesa ninguna vanagloria.-

El hombre de Dios se caracteriza por ser RESPONSABLE, y esa responsabilidad que hace real el privilegio otorgado por el señor se manifiesta en sus PRIORIDADES.

PRIORIDAD, del latín " PRIOR = anterior, o que va adelante. Anterioridad de una cosa con relación a otra en el tiempo o en el orden, preferencia de algunas personas o cosas sobre otra.-

Así que, la responsabilidad debe ejercerse para anteponer al Señor en todos los órdenes de la vida, aún por encima de otras responsabilidades, por muy valederas que puedan ser.-

La tendencia de la naturaleza humana deteriorada por el pecado nos lleva a apreciar equivocadamente los valores de las cosas, y generalmente las cosas visibles tienden a anteponerse a las cosas espirituales, por eso la BIBLIA dice : 2ª Corintios 4 : 18 " No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas".-

En nuestro texto de Jeremías Dios dice, al hombre de Dios que quería que Dios no pasara dasapersivida en su vida, por eso había dicho el profeta a Dios :" ¿ serás para mi como cosa ilusoria, como aguas que no son estables ?, Vs. 18 b.- Entonces Dios le responde - SÍ : éste sí es condicional, debía el hombre de dios ejercer su responsabilidad, actuar por su voluntad. ¿ Para qué ? : PARA ENTRESACAR LO PRECIOSO DE LO VIL ?, TENER PRIORIDADES.-

Ya se había convertido, y fue restaurado y por tanto EQUIPADO.

En el caso de un creyente en el día de hoy también podemos decir que hemos sido equipados para juzgarnos a nosotros mismo y tomar decisiones espirituales, con canvicciones, tenemos una persona divina morando en nuestro corazón, ver Rms.8 : 9 ; Dios Espíritu Santo, el hombre de DIOS puede y debe juzgar bien, pensando para tomar sus decisiones. 1ª Corintios 2 : 12 a 16 .-Que sugiero leer.-

El hombre de Dios y el tiempo : nada más precioso cuando lo invertimos en hacerlo que trascienda el mismo tiempo, o sea cuándo damos la primacía al Señor, que es digno de lo optimo, prácticamente es hacer que todo gire alrededor de CRISTO, y no el Señor alrededor de nuestras cosas.-

El hombre de Dios y la familia : Nunca más precioso que juntar a la familia con Dios, así se hermosea espiritualmente la esposa, dando ejemplo de fidelidad y permanencia. Nada más precioso que llevar a los hijos a la vida eterna en sus temprana edad, ayudándoles a crecer en la gracia y el amor de nuestro señor, orando por ellos diariamente y enseñándoles la Palabra, con el significado de enseña.-

El hombre de Dios y el trabajo : Nada más precioso que actuar siempre como sirviendo al señor y no al ojo, y teniendo siempre presente que nuestro DIOS es aún Señor de nuestros amos temporales, esto es prácticamente DAR al Cesar lo que es del Cesar, PERO JAMÁS LO QUE ES DEL SEÑOR.

Así es estar ocupados, en los negocios del Padre, implica negar todo ocio, esto es muy precioso, y es nuestro privilegio, ofrecer al Señor sacrificios espirituales agradables por Jesucristo. Además serás como mi boca le dijo el Señor, es decir podría hablar a los hombres las Palabras de Dios, que no es poca cosa.
Al llegar a ésta altura de nuestra meditación, me parece como si se agolpara sobre el corazón todo el peso de gloria que estos privilegios significan y pienso en mí , en el tiempo que me toca vivir, en este mundo donde no hay ya resquicio que no sea vil, y corrupto, todo el mundo yace bajo el maligno, todo se encuentra bajo la atmósfera de maldad; 1ª Juan 5 : 19.-

Y me pregunto, o debemos preguntarnos, ya que nosotros estamos en el verdadero en Su Hijo Jesucristo, este es el verdadero DIOS y la Vida Eterna, 1ª Juan 5 . 20 : ¿ estoy entresacando, aunque me cueste; LO PRECIOSO DE LO VIL, para agradar al señor y servirle ?.-

¿lo estoy demostrando dándole la honra y el ejemplo de la obediencia a sus mandamientos y ocupado actuando fielmente ?.-

viernes, 5 de noviembre de 2010

DE GUSANO A MARIPOSA Por: Ana María Herrera de Giannelli

“De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron,
he aquí todas son hechas nuevas.” 2º Corintios 5: 17

Cuando aceptamos al Señor Jesús como nuestro Salvador, creyendo en su muerte y resurrección, nos identificamos con Él por medio de la fe, entonces hace posible el milagro más grande: el de ser una nueva criatura. No es que hayamos sido reformadas, sino que hemos sido TRANSFORMADAS, somos una nueva creación, viviendo en unión vital con Cristo.

Meditando en esto de la transformación y en la maravillosa creación de Dios, podemos observar un animalito muy especial que nos deja un gran ejemplo: la mariposa. ¿acaso no la relacionas con la belleza, con la libertad, con los colores llamativos, con la suavidad?.

Pero, ¿sabías también que toda mariposa fue primero un gusano?. A partir de su nacimiento su vida pasa por cinco etapas separadas cada una de ellas por períodos de sueño denominados "Mudas", durante los cuales realizan un cambio de piel que les permite continuar su crecimiento. Hasta que llega a la “muda especial” cuando pasa de gusano a mariposa. Sufre una metamorfosis, este cambio no se da sólo en su cuerpo, sino también en su modo de vida: antes arrastrándose, ahora volando con libertad; antes con un tipo de alimento, ahora con otro.

Volviendo a nosotras, ¡Cuánto podemos aprender de este insecto!, es desagradable compararnos con un gusano, pero qué lindo compararnos con una mariposa. Como creyente, ¿has pensado en cuantos cambios puede hacer el Señor Jesús en tu vida si te entregas por completo a Él, y lo dejas actuar para que construya una vida mejor?. Te quiero invitar a que consideres lo que Cristo puede hacer en tu ser:

Cristo transforma tu vida interior: Si nos entregamos a Él, nos hace una nueva criatura, y pasamos a formar parte de una nueva familia: LA FAMILIA DE DIOS. Tenemos acceso a una maravillosa herencia, vamos a desear alimentarnos de Su Palabra diariamente, y su Espíritu nos hará llevar frutos de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (Gálatas 5:22-23). Recuerda que la actitud en una mujer es la señal exterior de lo que realmente es en su interior, si Cristo predomina allí, tu actitud lo demostrará, como se demostrará también si Él no reina en tu corazón.

Cristo transforma tu apariencia: En un cristiano, el deber de tener buena apariencia es tan grande como cualquier otro. Jesucristo quiere toda nuestra persona, la interior y la exterior. Somos responsables de lo que nuestra cara dice a los demás, ¿qué dice la tuya?. Recuerda 2ª Corintios 3:18, allí se describe a los creyentes como siendo “transformados de gloria en gloria en la misma imagen”, esto es, en la de Cristo en todas sus excelencias morales. Un proverbio de Salomón dice: “El corazón alegre hermosea el rostro” (Proverbios 15:13) indicando que el cambio debe ser primeramente interior, llevado a cabo por el Espíritu Santo.

Cristo transforma tu mente si le entregas el control: La psicología ha dividido nuestras mentes en consciente y subconsciente, a simple vista están separadas, pero las dos forman el todo de la mente. La mente consciente es con la que piensas, con la que formas hábitos, con la que razonas, con la que te formas gustos y aversiones, con la que juzgas, es la parte que puedes controlar. Como escribió Eugenia Price en su libro “De mujer a mujer”: Una de las características más sobresalientes de la mente consciente es la de formar hábitos. Éstos no se forman de un día para el otro, ni se rompen en el mismo tiempo. Cuando recibimos a Cristo como Salvador, Él también debe ocupar y dominar tu mente consciente.

¿Y qué del subconsciente?. Todo lo que decimos, pensamos, gustamos o rechazamos, queda acumulado allí, donde no tenemos dominio alguno. El Espíritu Santo de Dios puede y quiere transformar tu subconsciente, por eso te invito a que con tu mente consciente pongas a sus pies todo lo que no puedes dominar. Nada es un misterio para Cristo, Él nos conoce bien, pues Él nos creó (“Todas las cosas por Él fueron hechas, sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho” Juan 1:3). Por eso nos enseña claramente: ”Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad“ (Filipenses 4:8)

Para llegar a ser mariposa, el animalito tuvo que pasar por varias mudas, así el desarrollo normal llega a buen término, ¡Cuánto más hermosa que una mariposa puedes ser si dejas que Cristo actúe en ti y cambie completamente todo tu ser!.

martes, 2 de noviembre de 2010

BENDITA TÚ ERES ... por: Américo Giannelli

Se dice que la personalidad, es lo que hace a un individuo único y particular, es decir, son las características que lo distingue de otras personas. También en la personalidad hallamos cualidades que nos permiten saber de qué manera una persona actuará, y cómo será su reacción cuando se halle en diferentes circunstancias.

Teniendo en cuenta estos principios, es que nos parece oportuno indagar acerca de la personalidad de lo que podríamos llamar "una mujer de Dios".

Contrariamente a lo que es el pensamiento común de las personas, estos calificativos no son privativos de un grupo especial o privilegiado, sino que debe ser la meta de todo creyente, en este caso de nuestras hermanas en Cristo. Ser "una mujer de Dios" no es el privilegio de algunas, debe ser la meta de todas.

También nos gustaría destacar que el ser "una mujer de Dios", implica características tales como devoción, entrega, servicio, testimonio, es decir todo aquello que hace a una vida consagrada al Señor. Ser una mujer de Dios nos habla de una vida superior que se concreta en el andar de todos los días.

En las Sagradas Escrituras tenemos hermosos ejemplos de mujeres de Dios, podemos citar sólo algunas de ellas a modo de ilustración: Sara, Jocabed, Ana, Débora, Rut, Ester, Elisabet, María, Febe, Lidia, Priscila, etc. de todas ellas podemos extraer rasgos positivos de su personalidad que las distingue de las demás.

En esta oportunidad quisiéramos centrar nuestra atención en una joven distinguida o señalada, no por los hombres, sino por Dios mismo: María la madre del Señor Jesús.

En los primeros capítulos del evangelio de Lucas, la hallamos atravesando el período de desposorio, en el cual existía un compromiso sin que se consumara el matrimonio. Ella es una mujer joven y humilde de recursos, sin embargo recibe la más extraordinaria noticia: HABÍA SIDO ELEGIDA POR DIOS PARA QUE EN SU VIENTRE FUESE CONCEBIDO EL SALVADOR DEL MUNDO.

Muchas veces pensamos en los episodios que le tocaron vivir a María junto al Señor: comenzando por la concepción en forma excepcional, luego infancia en Nazaret, el comienzo de su ministerio público, el momento crucial del calvario, y los hechos finales de la vida de Cristo en la tierra, su resurrección y ascensión al cielo. ¿Qué cosas pasarían por la mente y corazón de esta joven muchacha? No lo sabemos; no obstante encontramos tres cualidades en su personalidad, que toda mujer cristiana debe imitar.

En primer lugar, podemos ver al ángel Gabriel realizando una extraordinaria declaración a María: Ella era "muy favorecida" y había "hallado gracia delante de Dios". ¿A qué se quiere refiere cuando expresa estas palabras? Sin lugar a dudas Dios se agradaba de la vida de esta joven israelita. Este es un maravilloso sello de aprobación divina, que también tuvieron otros siervos de la antigüedad como Noé, Moisés o David; es una señal, no tanto por lo que María iba a hacer, sino por la fidelidad y la devoción que ya observaba en su andar diario.

También podemos notar, que si bien todo lo que estaba sucediendo producía una lógica confusión en María, cuando Gabriel concluye con su mensaje, se oye una formidable declaración de subordinación y obediencia a Dios. Bien dijo el ángel "nada hay imposible para Dios". Él puede realizar su obra con nosotros o a pesar de nosotros (probablemente muchas veces pasa lo segundo), esta realidad no intimida a María, se observa que tiene una excelente disposición para que se cumpla en ella el plan de Dios. Es importante destacar una vez más que la situación que María iba a enfrentar no sería fácil (en el período del desposorio no podía quedar encinta) no obstante ello estaba dispuesta a obedecer. La obediencia para el cristiano, es una virtud que no debemos ignorar. Dios exige la obediencia de su pueblo (Deut. 10:12 / 1ª Sam. 15:22), y a lo que sabemos del tema podemos agregar que como en el caso de María, los mandamientos y propósitos divinos, no se discuten o excusan, se cumplen.

Se dice que una particularidad de los hombres es el carácter impulsivo, mientras que en el caso de las mujeres es su capacidad de reflexión y análisis, tal vez por eso no sea extraño que María luego de la visita de los pastores en el establo en Belén "atesoraba todas las cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón" (Lc. 2:19 BLA). Esta hermosa capacidad femenina, debería ser una práctica de todos los creyentes, el meditar o analizar profundamente en la presencia del Señor, su Palabra y aquellas cosas que nos acontecen, dejan siempre lecciones beneficiosas para nuestra vida. El salmista exclama "¡Oh cuánto amo yo tu Ley!, todo el día es ella mi meditación" (Salmo 119:97) revelando una aspecto importante de la meditación bíblica, el amor por la Palabra de Dios. Quién considera las Escrituras y pone su vida en las manos de Dios alcanza un alto grado de sensibilidad espiritual tal como la virgen María. Sensibilidad que le permite a uno tener el oído afinado para escuchar el consejo divino, los ojos abiertos para observar correctamente el camino a seguir y las manos firmes para mantener el rumbo establecido por Dios.

¿Cómo es una mujer de Dios?. Siguiendo la idea del apóstol Pedro, es aquella mujer que exhibe la verdadera belleza, "la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios" (1ª Ped.3:4 NVI). No conocemos el aspecto exterior de María, pero al leer los evangelios nos damos cuenta que ella era una mujer verdaderamente bella, porque en el ornato de su corazón brillaba la fidelidad, la obediencia y la sensibilidad espiritual, características propias de una mujer de Dios.

lunes, 25 de octubre de 2010

DE LA COBARDÍA A LA VICTORIA Por: José Miguel Zorrilla

“Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”.
Hechos 5:42

El capítulo 5 del libro de los hechos del Espíritu Santo comienza de manera dramática con la historia de Ananías y Safira; un matrimonio que intenta engañar a Dios, mintiéndose a sí mismos, encontrando en un juicio consecuente de escarmiento, único en el Nuevo Testamento: la muerte en forma violenta. Podemos decir que los arrasó su propio pecado.

De modo que se produce una conmoción en la incipiente Iglesia y en la sociedad del primer siglo, notamos que el temor se apodera del corazón de los hombres. Los apóstoles a continuación realizan una cantidad de señales y milagros que confirman la Palabra que ellos transmiten, sin embargo la conmoción y las bendiciones que se derramaban sobre el pueblo, despiertan el celo y la envidia de los gobernantes de turno, comenzando la persecución de los siervos de Dios, que eran hombres con toda su naturaleza humana frágil y pequeña. De tal manera que comienza a aflorar en ellos la nueva naturaleza espiritual, que Dios Espíritu Santo, en el bautismo de Pentecostés implanta en sus corazones.

El versículo 28 de nuestro capítulo, ya mencionado; muestra la amenaza y describe puntualmente cuál era la prohibición: no debían decir nada del nombre de Jesucristo, el cual había sido hecho por Dios Padre Señor y Cristo, la expresión declara que Él había recibido toda la potestad o autoridad del Reino.

De modo que la soberanía y el poder de nuestro Señor Jesucristo se pone de manifiesto en sus vidas, cuando un ángel aquella noche los libera de la cárcel con mano poderosa, así nosotros también recibimos una poderosa enseñanza para afirmarnos en la fe, que tanto necesitamos porque somos remisos a otorgar al Señor el poder que Él tiene, fácilmente creemos de su poder en el cielo, pero aquí vemos su potestad también en la tierra como El dijo en Mateo 28:19.

Ahora se encuentran frente a la mies del Señor, frente a las personas necesitadas y amadas por el Salvador. LA PREGUNTA ES: ¿Cómo reaccionarán?. La cobardía fue manifiesta en el impulsivo Pedro cuando negó al maestro. Juan era un joven cariñoso, pero tal vez algo tímido e inexperto, frente a ellos los enemigos que tenían la fuerza y la ejercían con inusitada violencia manifiesta en sus amenazas cap. 4:17.

1º) NO CESABAN: Significa que estaban energizados por la nueva vida de Cristo en ellos, ahora era visible la promesa del Señor en Hechos 1:8, se cumplía de manera práctica, de tal modo que el proceso de cambio en ellos se muestra de manera notable, pasan de la cobardía a la victoria, y así dan la gloria a su Señor, ya que la comisión se cumple y la gran misión de hacer discípulo está en pleno desarrollo.

2º) EN EL TEMPLO: También debemos ver que no establecen una célula oculta en algún rincón, sino que se meten en el foco de la religión judía, y también donde estaban las personas con inquietudes espirituales, de modo que es visible la osadía santa de sus vidas transformadas. Muchas veces escuchamos argumentos a favor de seminarios o institutos que preparan para la evangelización, no estoy negando su eficacia, sino haciendo notar la diferencia sustancial del maestro de los maestros, las escuelas pueden formar en técnicas y estrategias, pero sólo Cristo es el que transforma, produce el carácter y las convicciones. Se pueden aplicar todos los métodos y variados programas, pero sólo a los pies del Señor se logran los resultados que vemos en aquellos siervos de Dios, que fueron enseñados por EL MAESTRO. Jesús abordó todos los temas y ámbitos de la sociedad corrupta y necesitada, y lo que prevaleció fue la Palabra de Gracia y el tesón y el coraje para hacer la obra, como Pablo cuenta en Romanos 15:18-19.

3º) Y POR LAS CASAS: Nos muestra el énfasis y la dedicación total de los siervos de Dios, abocados de lleno al ministerio, que en realidad es el ministerio de todos los santos (Efesios 4:12), no hacían una tarea de paso o porque ya que estaban allí, tenían un mensaje glorioso y lo desplegaban en todo lugar, a tiempo y fuera de tiempo, si no iban las gentes al templo, los buscaban y los instruían en las casas.

4º) ENSEÑABAN A JESUCRISTO: Quiero entender que por esto mismo luego son llamados cristianos en Antioquía, porque no sólo hablaban de Cristo, sino que vivían como Jesús, tenían una nueva vida y la desarrollaban naturalmente, era el resultado de un redentor triunfante.

Enseñar es mostrar, viene de “enseña”, de “signo”, es instruir con signos. Las señales eran ellos mismos, mostraban que Cristo estaba vivo, y en ellos, los creyentes claramente dejaban ver el cambio producido por el Señor resucitado, y como es lógico esa enseñanza los llevo a la erudición, a la elocuencia, que es el arte de convencer y conmover.

5º) Y PREDICAR A JESUCRISTO: Es decir de éste nombre glorioso que es sobre todo nombre. No se trataba solo de hablar de Él, ES DECIR DE CRISTO. El gramático Roque Barcia dice: “los loros hablan, los hombres dicen”. Hablar requiere inteligencia; conocimiento. Nadie puede decir nada de quién no conoce, por lo tanto:

PREDICAR A JESUCRISTO, REQUIERE CONOCER PROFUNDAMENTE AL SEÑOR.

Para conocer al señor tenemos que mirar todos nosotros las glorias de Él, como en un espejo (la Biblia), todos los días y cada día, para establecer una relación íntima, una comunión responsable y entrar en el secreto de su personalidad cautivante, excelente y poderosa, como dice 2ª Corintios 3:18.

Así podían decir: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” Hechos 4:12. Pero hay salvación y vida eterna en JESUCRISTO nuestro Señor, que es SEÑOR DE SEÑORES Y REY DE REYES, que a Él sea la gloria. Amén.

jueves, 14 de octubre de 2010

UNA IGLESIA ORGANIZADA por: Américo Giannelli

Pablo comienza el desarrollo de esta importante carta del Nuevo Testamento, haciendo una breve, pero elocuente descripción de la Iglesia en Filipos (una ciudad principal de la provincia de Macedonia). La carta, que es dirigida a los "santos en Cristo Jesús" que están en esa ciudad, menciona específicamente desde el principio: "con los obispos y diáconos".

De lo expresado por el apóstol en esta carta, se desprende que evidentemente habían algunos problemas en el seno de la Iglesia (ver 2:1-4 / 4:2,3), por eso es interesante notar que Pablo no tiene una visión parcial de la congregación, ya que si solo miraba lo positivo de los filipenses (1:3-5 / 4:10-20), hubiese tenido una actitud indulgente que en nada ayuda; de igual manera irse al otro extremo, solo mirar lo negativo, es una manera eficaz de desalentar a los creyentes.

Luego de releer varias veces esta porción, podemos notar algunos aspectos que se perciben con claridad en las primeras líneas del capitulo uno. Observamos que la congregación en Filipos es una Iglesia organizada, en la cual no hay jerarquías, cada uno tiene su función, y esas funciones parecen estar reconocidas por los hermanos.

Muchas veces al hablar de la organización eclesiástica, se cae en el lamentable uso de títulos o jerarquías, que en vez de colaborar con el buen desarrollo de las actividades congregacionales, termina siendo un prenda de discusión y de luchas internas interminables en su seno. El arrogarse diversos títulos (pastor, anciano, obispo, reverendo, líder y tantos otros como lo podamos imaginar) es mas bien una señal de pobreza espiritual que no se condice con la función que se pretende ejercer.

No es por casualidad, que Pablo se describa a sí mismo como "siervo de Jesucristo", prescindiendo de otras denominaciones que podría utilizar con toda justicia, como por ejemplo "apóstol". Además en reiteradas oportunidades en esta carta declara la supremacía de Cristo sobre su vida: "Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia" (1:22), "Jesucristo es el Señor" (2:11), "Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo" (3:7), "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (4:13). Reflexionando acerca del tema del liderazgo cristiano, es bueno recordar las palabras del Señor a Jacobo y a Juan: "Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Marcos 10:42-45). Enorme es el desafío que nos presenta el Señor: Debemos desechar el modelo de liderazgo del sistema mundo, contaminado por el deseo egoísta y mezquino, y seguir las huellas del Señor Jesucristo. Con ese ejemplo frente a nuestros ojos, dejemos de lado el amor por las jerarquías, y cumplamos el ministerio demostrando nuestro amor al Señor y a su obra.

En segundo lugar observamos que las actividades de los creyentes estaban bien definidas. En la iglesia en Filipos había Obispos (Ancianos, sobreveedores) y Diáconos. Alguien ha dicho que si no hay Ancianos y Diáconos, entonces no hay Iglesia. Mirando las Escrituras, nos damos cuenta que para que haya una Iglesia, es fundamental la presencia de creyentes en Cristo, porque ellos son la Iglesia y no las estructuras (Hechos 2:41-47). Por lo que vemos en Hechos cap. 14, Pablo después de predicar el evangelio en distintas ciudades de la región y formar el grupo de creyentes, constituyó Ancianos en cada Asamblea en una segunda visita.

Es fundamental que en cada congregación haya Ancianos (notamos que siempre se menciona en plural) que con vocación y capacidad guíen a la grey del Señor, también es importante que junto a ellos, los hermanos diáconos se ocupen en las diversas tareas administrativas que son muy valiosas para el desarrollo de las actividades.

A priori, podemos deducir que si en la Iglesia local hay Ancianos y Diáconos, es decir dos funciones bien definidas, seria un error que se superpusiesen las tareas. Por eso vale la pena recordar que la Iglesia, como cuerpo de Cristo, "no es un solo miembro sino muchos" que "Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso" y que ese orden divino es "para que no haya desavenencia (desunión) en el cuerpo" (1ª Cor.12:14,18,25). Esta es una clara ilustración de la Palabra de Dios acerca del funcionamiento de la Asamblea. De la manera que el cuerpo humano funciona en forma integral, armoniosa y perfectamente ajustada, así debe funcionar la Iglesia. Mirando desde otro punto de vista: ¿qué sería de nosotros si nuestro cuerpo funcionara como lo hacen algunas de nuestras Iglesias?

En tercer lugar, por la manera de expresarse de Pablo, las funciones en la congregación estaban reconocidas y los creyentes sabian perfectamente bien a quien se refería el apóstol cuando decía: "con los Obispos y Diáconos". El tema del reconocimiento no es un detalle menor, porque una Iglesia que no reconoce a sus pastores, es una asamblea que se dirige hacia un estado de anarquía, camina por el borde del precipicio de la disolución. Por eso el consejo apostólico en 1ª Tesalonicenses 5:12,13 es tan claro como contundente: "Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; ...". De esta porción aprendemos, que el reconocimiento es para aquellos que llamados por el Señor ya están realizando esta tarea, no son una promesa de trabajo, sino una realidad evidente.

No tenemos dudas que el Señor ha escogido a sus siervos en cada Iglesia local para que cumplan con la tarea encomendada, ahora bien en no pocos casos se dan dos circunstancias (puede haber otras variantes): Primeramente hermanos que siendo convocados por el Señor, hacen caso omiso de ese llamado, y en segundo lugar congregaciones que no reconocen debidamente a aquellos que los presiden. En cualquier caso, esta situación es un grave desorden en la presencia del Señor, sencillamente porque no se cumplen sus propósitos. Desde esta página queremos animar a los hermanos a buscar la voluntad de Dios sobre este tema, tanto para aquellos que son llamados a servir en la Iglesia, como para la congregación que debe fijarse atentamente en los siervos que Dios está levantando, para reconocerlos y sujetarse a ellos como el Señor nos encarga en su Palabra (Hebreos 13:17).

Queremos finalizar observando la persona de nuestro Dios. A través de la Biblia descubrimos distintas facetas de su carácter, por ejemplo aprendemos acerca de su amor, justicia, santidad, poder, majestad y muchos otros atributos que lo describen en forma maravillosa. Pero entre sus virtudes, podemos apreciar que Dios es un Dios de orden, de equilibrio, de armonía; esto por supuesto se manifiesta en las cosas por Él formadas, en sus mandamientos, en sus planes y propósitos y en las instituciones que ha creado como la familia. La Iglesia de Cristo obviamente debe reflejar esta virtud divina, debiendo cumplir un claro mandamiento al respecto: "todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden" (1ª Cor. 14:40 NVI). Por eso en dependencia del Señor cada uno debe buscar su lugar, asumir sus responsabilidades y cumplir con el ministerio que Dios le ha dado.

Queridos hermanos, en este mundo donde el pecado fomenta la anarquía y el desconcierto general, nuestras iglesias deben mostrar en su andar diario, orden y armonía que es el fruto de estar cumpliendo la voluntad de nuestro Padre celestial.

miércoles, 6 de octubre de 2010

SANTOS - OBISPOS - DIÁCONOS por: Juan A. García

"Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos,
con los obispos y diáconos (Filipenses 1:1)

Los destinatarios de la carta de Pablo y Timoteo son calificados lisa y llanamente de SANTOS. ¿Cómo es que se les llama de semejante manera?. Hay la creencia de que "santos" son las personas que habiéndose destacado por su vida piadosa aquí en la tierra no solo se han ganado el cielo sino también el reconocimiento de la iglesia oficial y habiendo pasado a la eternidad, ahora se le debe rendir culto universalmente. Pero la carta que nos ocupa está dirigida a personas que vivían en el planeta tierra, en el continente europeo, en la ciudad de Filipos (como otras que estaban en distintas localidades Rom. 16:15 / Col. 1:2 / Ef. 1:1/ etc.)

Hace algunos años escuchamos al hermano don Luis Arancibia relatar que en cierto lugar una señora entró por vez primera al sitio donde se reunían los hermanos para escuchar la Palabra de Dios. Miró con curiosidad todo alrededor y preguntó al hermano que la saludaba dándole la bienvenida: "¡Cómo! ¿Ustedes no tienen santos?" - "Sí, tenemos, fue la contestación." - "¿Y donde están?" - "Todavía no llegaron, porque es temprano; pero pronto estarán aquí".

Cabe la pregunta: ¿A quiénes llama "santos" la Escritura?. La respuesta surge de la misma Escritura: a todos los hombres y mujeres que están "en Cristo"; los que por haberse arrepentido de sus pecados y poner su fe en el Señor Jesús para su salvación eterna quedan unidos a Él; son "santificados en Cristo Jesús" (1ª Cor. 1:2). Por su unión con Cristo ahora son "nación santa, pueblo adquirido por Dios ... vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios (1ª Pedro 2:9-10).

El vocablo "santos" apunta al hecho de que no son mas del mundo ni están bajo el maligno, pues "nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo" (Col. 1:13). Los renacidos somos un pueblo diferente: "... la iglesia del Señor, la cual Él ganó por su propia sangre" (Hech. 20:28). Le pertenecemos a Él y Él marca la diferencia. Es en Él que somos santos y sin mancha delante de Dios Padre. Tan santos, tan perfectos por nuestra unión con Cristo ahora como lo seremos cuando estemos en el cielo por la eternidad; por eso mismo ya somos "aceptos en el Amado. (Ef. 1:6)

Tendiendo presente lo antedicho cabría preguntarse: ¿Cómo se explica que esos hermanos santos tengan problemas de relación entre sí como Evodia y Síntique? Si son santos, ¿Cómo es que Pablo por el Espíritu tenga necesidad de decirles "Nada hagáis por contienda o vanagloria ..." (2:3) y también en (2:14-15): "Haced todo sin murmuraciones y contiendas" y que el apóstol diga de sí mismo: "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, (en 3:12)?.

La respuesta es obvia: por nuestra posición en Cristo estamos ya "completos en Él" (Col. 2:10). El Padre nos ve absolutamente santos en Él. Pero todavía estamos aquí con todas nuestras falencias. El día que recibimos a Cristo por la fe no solo fuimos salvos sino que también iniciamos el camino de nuestra santificación práctica. Esto queda evidenciado en el ya citado versículo de 1ª Cor. 1:2 "... a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos"; en Cristo ya son santos, pero tenían el llamado del Señor para que vivieran vidas santas. ¡Y vaya que había cosas que debían cambiar en los corintios! (podemos agregar ¿y en quién no?). En realidad gran parte de las epístolas fueron escritas para instar a los creyentes a vivir en santidad. Por ejemplo 1ª Pedro 1:14-16 y prácticamente todo lo que sigue en la epístola. 1ª Tesalonicenses 4:3 es categórico: "... la voluntad de Dios es vuestra santificación".

"Con los obispos y diáconos". La preposición con en el caso presente no implica a personas distintas a las llamadas "santos" sino que alude a quienes entre los santos desempeñaban funciones específicas que se mencionan a continuación.

OBISPOS (epíscopos - sobreveedor - supervisor). Son los hermanos que por llamamiento y capacitación divinas se ocupan o velan por:
1) La pureza doctrinal. No cumplirían bien su ministerio si por una mal entendida "libertad de opinión y expresión" permitieran a algunos enseñar "diferente doctrina" (1ª Tim. 1:3), que acarrean disputas mas bien que edificación de Dios que es por la fe. Si estos seudoenseñadores surgen el apóstol Pablo es contundente: "... a los cuales es preciso tapar la boca" ("poner bozal") (Tito 1:11).

2) La conducta de los miembros de la iglesia, edificando, exhortando, amonestando, y en casos de graves faltas (que la Escritura especifica), separando de la comunión.

Es también oportuno destacar por este versículo que en la Iglesia en Filipos había obispos (en plural)

DIACONOS. El término tiene una amplia aplicación en el N.T. Aquí se refiere a quienes "sirven" en la iglesia. En su sentido más vasto puede decirse que los obispos son diáconos porque también están sirviendo. La diferencia está en que los obispos se encargan esencialmente de los aspectos espirituales y los diáconos de los prácticos, como ser "el cuidado de los necesitados de la congregación, la conservación de los bienes inmuebles, velar para que todo esté en orden para el desarrollo de los cultos, manejo del dinero, etc.

Es sumamente importante ver que en 1ª Timoteo 3 los requisitos para los diáconos no difieren de los necesarios para los obispos. La razón es que en la casa de Dios, que es la Iglesia, no hay servicio alguno que pueda ser ofrecido por alguien no espiritual. Por Hechos 6 y capítulos siguientes se ve que los diáconos pueden tener también un campo de servicio que va más allá de "servir las mesas" como en los casos de Esteban y Felipe el evangelista.

martes, 28 de septiembre de 2010

PAUTAS PARA LA CONDUCTA DE LA MUJER CRISTIANA Por: Ana María H. de Giannelli

En cierta oportunidad, escuché a una madre decir a su hija (cristianas ambas): - "cuidado con tu conducta porque eres una hija del Rey", frase que me quedó grabada, y más aún ésta: "Sed santos en toda vuestra manera de vivir" (1ª Pedro 1:15). ¡Qué privilegio! por un lado el ser hija del Rey, pero ¡Qué responsabilidad!, porque espera de sus hijas LA SANTIDAD EN TODO.

Dios en su Palabra, nos habla claramente cómo debe ser nuestra conducta como cristianas, así como coronó su creación creando a la mujer, nos pide que seamos santas, "diferentes", ya que Cristo nos dio el lugar de honor y libertad.

El apóstol Pablo en 1ª Cor. 11:7 dice que somos "la gloria del varón", y ninguna escapa a esta gran responsabilidad, desde niñas y jovencitas hasta esposa, madres y abuelas cumpliendo con lo que la Palabra de Dios ordena a cada una. La mujer cristiana debe ser luz en todo momento y lugar, no debe dejar de brillar: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mt. 5:16) y siendo "... ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." (1ª Tim. 4:12) y muchísimos versículos más que hablan por sí solos como todo el libro de los Proverbios que resaltan verdades que una hija de Dios debe cumplir en su diario vivir, demostrando una conducta recta y amorosa hacia su prójimo.

El amor de Cristo en nosotras debe ser demostrado con una conducta reverente, no calumniadora y prudente, que sea percibida como un olor grato para aquellos que nos rodean.

Es fundamental recordar que un carácter cristiano, un corazón amante, generoso y fiel, son el resultado de Cristo habitando en el corazón. Tu conducta es una consecuencia de haber rendido tu vida al Señor. Puede que tu proceder sea correcto aún sin el Señor Jesús como tu Salvador, pero como el joven rico de Marcos 10: 17-22, si no te humillaste y confesaste tus pecados a Cristo en vano es que intentes agradarle, ya que tu buena conducta no nace de un corazón transformado.

Tampoco olvidemos lo que nos enseña Proverbios 20:11,12 que las acciones hablan más que las palabras, tanto es así que la conducta obediente, amante y devota de una mujer puede ganar al marido inconverso para Cristo (1ª Pedro 3:1, 2)

¡Si, debemos vivir a Cristo diariamente! para que brillemos, porque el Señor nos puso como luz y como sal para que lo que se viese en nuestras vidas, crease hambre y sed de Cristo:

• No pongas tu luz en un lugar encubierto, queriendo ocultar que eres de Cristo.
• No la tapes con tus ocupaciones que te harán perder el hábito de tu momento devocional
• No la pongas debajo de la cama con tu pereza, sueño y comodidad.
• Que tu luz refleje la luz de Aquel que brilló perfectamente en este mundo.

J. D Pentecost en su libro "El Sermón del Monte" escribe: "Si tu forma de vida se parece tanto a la forma de vida de los no salvos que no se puedan ver diferencias entre ellos y tú, es imposible ser sal y desoyendo la Palabra de Dios nunca podrás ser luz". ("...Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos" - Jer.15:19 - recomiendo leer desde el vs. 15 hasta el 21).

Presta atención a estos consejos para vivir una vida diferente a los parámetros de este mundo y de acuerdo a los mandamientos divinos:

• Comunión diaria con Cristo: La lectura de su Palabra te guiará en cada paso que debas dar, ella debe ser tu manual de vida, te enseña lo que debes hacer, te reprende en lo que debes dejar de hacer, corrige lo que debes cambiar e instruye en lo que debes comenzar a hacer. La oración constante ,sincera, persistente y eficaz, puede mucho. Debe ser la ocupación más importante de toda cristiana. Tu conducta será otra si eres una mujer de oración.

• Crece en espiritualidad (viviendo una vida llena del Espíritu Santo): Si tienes pecados ocultos, no confesados, estás contristando al Espíritu Santo. Confiesa tu pecado, pide al Señor perdón y limpieza, de tal manera que su Santo Espíritu ocupe más y más tu vida. Recuerda que tenemos un mandamiento:"Sed llenos del Espíritu Santo" (Gálatas 5:18).

• Manifiesta tu amor por Cristo en todo momento: Si Cristo es el dueño de tu vida, tu corazón debe estar lleno de amor, que es lo primero en la lista del fruto del Espíritu Santo. El amor a Cristo comienza con nuestra devoción y obediencia a Él. También debe manifestarse con hechos hacia quienes te rodean, demostrando paciencia, bondad, sencillez, humildad, calma, cortesía y perdón."No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad" (1ª Jn.3:18).

Que puedas apropiarte del versículo, "...ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí", porque el secreto del carácter cristiano es que puedas parecerte más y más a Él que es el modelo perfecto.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

PRUEBESE A SI MISMO por: Juan A. Garcia

En un párrafo que solemniza por su tono general, la frase del título está directamente referida en 1 Co. 11:23–32 a la participación en la cena del Señor. EL personalmente la había instituido en el aposento alto la noche que fue entregado; tiempo después desde el cielo le revela lo mismo al apóstol Pablo; esto da la idea de la importancia del acto.

Pablo se lo enseñó a los corintios; al escribirles esta carta no les recrimina por no hacerla sino por hacerla de manera indigna. Es indispensable y urgente que tal estado de cosas sea corregido porque ya ha traído muy graves consecuencias sobre miembros de la Iglesia. Con autoridad apostólica que recibió del Señor les ordena a cada uno de ellos “Pruébese así mismo” antes de participar.

“Pruébese”. Se prueban los metales y las cosas en general para ver si tienen las bondades que de ellas se esperan; una vez probada se aceptan o rechazan según el resultado de la prueba; en este caso el creyente es el que prueba y él mismo es el probado; es el juez y el juzgado. No valdrá de mucho que sea un juez injusto por exceso de benevolencia o de severidad. Pero el hombre por sí solo difícilmente pueda tener la ecuanimidad necesaria al auto examinarse; alguien dijo :”El hombre, ese profundo pozo de contradicciones”. Por tanto le hace falta una medida maestra como la Palabra y puede orar pidiendo la gracia de verse por la iluminación de Su Espíritu a sí mismo con “los ojos de Dios”.

Desde luego no necesita orar si ya sabe que anduvo en camino de pecadores, y si ha dado mal testimonio ante los demás doblemente malo es lo suyo;(Un árabe dijo:”Quien olvida que tiene ojos para ver sus propios defectos, los ojos de los demás se encargarán de señalárselos”)

El apóstol Pedro da un diagnóstico alarmante. Después de mencionar una serie de virtudes cristianas dice: “Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados”.. David oraba en Sl. 19:l2: “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos”.

“Pruébese” ya es reflexivo; uno mismo debe examinarse, y nuestro versículo agrega un pleonasmo que le da mayor fuerza a la exhortación formulada:” a sí mismo”. En este caso no debe ocuparse de su hermano; su primera necesidad es investigar con total objetividad su propio corazón, su propia vida.(si supiera de algún hermano que anda en pecados que merece ser privado de la comunión no debe desentederse sino dirijirse a los ancianos que son los encargados de aplicar la disciplina que corresponda. Pero este no es el tema de 1 Cr.11).Lo que sí podemos agregar aquí es que el que se examina debe tener en cuenta que si ha pecado contra un hermano, con él también debe arreglar las cosas antes de participar (Mt.5:23–24). Por otra parte es muy serio por lo grave que haya hermanos enemistados entre si, guardando algún rencor y que sin embargo vayan a la cena y se sienten a participar como si no pasara nada. Pasa, cada uno de ellos lo saben y también lo sabe el Señor de la cena,:¿Cómo pueden considerarse”en comunión” si no tienen comunión entre sí y siguen arrastrando un problema no resuelto aún?. Hermanos en esas condiciones se dañan a sí mismos y afectan negativamente el nivel espiritual de la reunión. Arreglar las relaciones es indispensable e impostergable primero ante el Señor y después entre sí.

Se da por sentado la posibilidad de que cualquier hermano haya hecho, dicho o pensado algo (o mucho) que es pecado. Como dice un estudioso de la Palabra, y la experiencia lo certifica, no se espera que cada hermano tenga una vida tan santa que ya nunca peque y entonces participe, porque en ese caso nadie nunca podría hacerlo. Sí se espera que cada uno se ponga en condiciones, que sea honesto delante del Señor. No hay que olvidar que EL es el Centro, el destinatario de la reunión. Tal vez los corintios tomaron esto livianamente y el Señor había tomado medidas disciplinarias. Impresiona los dos “muchos” del versículo 30. No dice que alguno o algunos, que ya sería muy preocupante, sino “muchos enfermos y debilitados entre vosotros”, y mas aún, “muchos duermen”; habían sido sacados de este mundo por el Señor.

Pero el apóstol no desea provocar el terror paralizante que suele caracterizar a algunas culturas religiosas paganas sino el “temor del Señor” que lleva al creyente a un saludable y estimulante santo cuidado. Por eso dice en el versículo 31:”Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados”;y como ya expresara en el 28:”Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa”.El Señor ha provisto en su gracia la manera de borrar el pecado cometido:”Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Jn.1:9, y conviene seguir leyendo hasta 2:2)

Todo este tema me trae a la memoria una conversación entre dos hermanos mayores que hablaban delante mío cuando era un jovencito. Uno de ellos dijo al otro que a veces tomaba la cena con cierto grado de temor porque tal vez había incurrido en la misma falta que los corintios que tuvieron que ser disciplinados por el Señor. El otro hermano contestó con una exclamación: “!Pero no! Ud. se examina a usted mismo delante del Señor y confiesa lo que ve que estuvo mal; le dice “Señor, esto es lo que yo veo, perdóname. Y perdóname los que puedo haber cometido y no me di cuenta”. Y vaya y participe libre y gozosamente”.Gracias a nuestro Dios porque la sangre de Cristo limpia también los pecados de ignorancia.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

CRISTO LA VIDA ETERNA por José Miguel Zorrilla

FILIPENSES 1 : 21:" Porque para mi el vivir es Cristo, y el morir es ganancia"
Ningún niño ha nacido jamás a la vida física por voluntad propia.

Nadie ha escogido venir a este mundo y así es hoy, no se elige nacer en un lugar o tiempo determinado, sino que nace por voluntad de sus padres, y normalmente debería ser como fruto y acto de amor entre ambos y hacía el nuevo ser, ( hijo o hija), solo dos sexos posibles, varón o hembra. Todo otro "sexo" que aparece después es perversión de la raza humana por el pecado.-

Cuando Dios creó al hombre a su imagen y semejanza lo hizo perfecto y en santidad, por amor; y les concedió la gracia de reproducirse a la misma imagen, pero antes de que esto sucediera el hombre introdujo el PECADO y con el pecado la muerte que es su paga. Y a consecuencia de esto muchos niños han nacido y nacen; ( cada vez con más frecuencia ), como fruto de pasiones desordenadas, embarazos no deseados, hijos no amados, muchos son muertos a sus pocos días de vida ( abortos).( por cierto condenados por Dios).

Otra terrible consecuencia del pecado en el corazón de los hombres, es que la calidad de vida de muchos niños depende de la cantidad o intensidad de pecado que rodee su vida, y aunque él no escogió venir a este mundo deberá sufrir las consecuencias del desamor y de los efectos negativos del medio ambiente malsano que hemos creado, a su vez si logra sobrevivir y madurar a pesar de la corrupción, continuará propagando el mismo mal y más agravado.-

Cuando Dios diseño y dió la vida al hombre su contexto era de amor, armonía y en santidad lo que hubiera significado placer, gozo, felicidad para el hombre mismo y reflejado la gloria de Dios en el mundo, como criatura excelsa y única con potencial espiritual.-

Con todo, éste potencial espiritual le da al hombre la posibilidad de tener vida eterna, la cuál es CRISTO mismo, tenerla no es otra cosa que escoger al mismo SEÑOR como Salvador y Señor. " El dijo: " YO SOY la resurrección y la vida", San Juan 11:25.-

La Biblia es terminante dice en 1ª de Juan 5:12....el que tiene a CRISTO tiene la VIDA. Y EL mismo Señor ha expresado su deseo en : San Juan 10:10 "..YO he venido para que tengan vida y vida en abundancia".- Es por gracia de Dios que toda persona, cualquiera sea su edad, sexo, condición y situación en que se encuentre, pueda escoger nacer de nuevo, a una nueva vida. A todos los que recibieron a Jesucristo Dios el Padre les ha dado potestad de ser hechos hijos de Dios:San Juan 1:12 léalo. Usted también puede recibir a CRISTO, ahora mismo.

Este hecho tan maravilloso se encuentra claramente expresado en el libro de Deuteronomio 30:15, cuando el pueblo de Israel, cada uno, individualmente; es enfrentado con una decisión crucial: " YO he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte (separación),y el mal"--> luego en el Versículo 19 dice:...escoge pues la vida para que vivas tú y tu descendencia".

La pregunta es ¿ Cómo hacerlo ?. Deuteronomio 30:20 dice cómo: " Amando a Jehová tú Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días.....

Así que, la vida espiritual se escoge, se elige tenerla o no. En el caso expresado por el Apóstol Pablo en el encabezamiento es notable, él dice: Filipenses 1:21" Para mí el vivir es CRISTO, y el morir es ganancia". Con lo cuál significa que el origen de su nueva vida es CRISTO, cuando lo recibimos en el corazón, Como mencioné antes en San Juan 1:11-12. Pero también el sustento de la nueva vida es CRISTO, LA CALIDAD DE NUESTRA VIDA ES EL SEÑOR Y DEPENDE DE NUESTRA ÍNTIMA RELACIÓN CON ÉL.

Por gracia de él podemos elegir, y es nuestra responsabilidad vivir bien, con gozo, utilidad o servicio, o seguir bajo la tristeza de la separación, como un mal hijo alejado de su Padre. Es decir, se torna una vida tan pobre, que aunque tenga vida no tiene sabor, ni motivación, felicidad o fruto, que se ven en el desánimo, la inconstancia y hasta la desesperanza, vivir sin obediencia al Señor es dramático, frustrante y hasta desesperante.

Cuando Cristo habló de la vida del hombre, enseñó que no consiste en la abundancia de los bienes que posee; San Lucas 12:15. Así que, no es por la cosas materiales, ni el dinero como se consigue la felicidad, esta contrastado con la avaricia en el mismo pasaje bíblico, pecado que hunde al hombre en una rueda insaciable, que nada de éste mundo puede detener.

Pero el mensaje de Pablo muestra una perspectiva muy diferente, un cambio tan sustancial que hasta la muerte, que para el mundo es una pérdida irreparable, irreversible, pero, por una relación sincera y profunda con CRISTO se transforma en GANANCIA.-

Es maravilloso y una oportunidad invalorable que por la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, podamos elegir una calidad de vida emocionante, positiva y fructífera para uno y los demás, tan notable que cambia hasta la perspectiva de la muerte, de un final de fracaso y condenación, a un comienzo de servicio con gozo y adoración no sólo en éste mundo, sino hasta la eternidad.

Ahora bien ; para morir bien y que la muerte sea ganancia, el vivir debe ser CRISTO, tener la vida de él y vivir para él, ésta es la ABUNDANCIA que el Señor quiere para nosotros.

Agradar y servir al SEÑOR es la verdadera prosperidad, la vida de Cristo, vida de amor, amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones como dice Romanos 5:5, por el Espíritu Santo, entonces nos envuelve su gracia, la paz, el gozo y la esperanza serán estímulo permanente.

Querido lector, amado hermano en la fe, usted y yo, ¿ podemos decir para mí el morir es ganancia ?, si es así, es porque estamos viviendo la Vida de Cristo, y nuestro actos, la acción visible de nuestra conducta debe reflejar que : "amamos al Señor; atendiendo a su voz, y obedeciendo a sus mandamientos, siguiéndole a él, imitándole en todo, ver Deut.30:20.

Dios nos bendiga para que vivamos nuestra nueva vida cristiana, la vida eterna, con frutos, mas frutos y mucho fruto, transmitiendo la vida de El, el gozo del Señor Jesús, el amor del Salvador, que se muestra en servicio a él como alabanza y adoración = dedicación de nuestro tiempo a El y a su obra.-

jueves, 9 de septiembre de 2010

¡OH CUANTO AMO YO TU LEY! O ¿CUÁNTO AMO YO TU LEY? - Por Osvaldo Foyth

Tan sólo con cambiar un par de signos ortográficos se puede cambiar el sentido a una frase, de modo que esta pueda llegar a expresar conceptos totalmente diferentes.

David en el Salmo 119:97 decía: "¡Oh cuanto amo yo tu Ley!, todo el día es ella mi meditación", con ello expresaba de un modo afirmativo su amor a la Palabra de Dios, en lugar de estar planteándose si amaba o no la Ley de Dios, o en que medida lo hacía.

Ahora bien, es bueno para cada uno de nosotros utilizar estas palabras con este sentido: ¿cuánto amo yo tu Ley?, de tal modo que podamos autoevaluarnos y en caso de ser necesario tomar las acciones correctivas necesarias para poder exclamar tal como David: "¡Oh cuanto amo yo tu Ley!".

Resulta obvio que para poder "amar" la Palabra de Dios, es imprescindible conocerla, además comprender el poder que ella encierra, y como es su accionar en la vida, en el alma y en la mente de las personas.

Libros hay por doquier, desde aquellos triviales, sin sentido, pasando por otros que profundizan en la problemática humana, hasta aquellos que procuran dar soluciones a los conflictos de la intrincada alma del hombre; pero ninguno logra cambios de valor. Sólo la Palabra de Dios llega con poder transformador, renovando, dando nuevos horizontes a todo aquel que creyendo, la medita y la ama.

Hay un pasaje cuyo análisis nos ayudará a conocer y amar la Palabra de Dios: "Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié". (Isaías 55:10,11).

Aquí hay algunos consejos que quisiera compartir con mis lectores:

Dios dice: "...es palabra que sale de mi boca..."

Si bien este aspecto pareciera redundante y archiconocido, debe ser reconsiderado seriamente, la Biblia está generada en Dios y por Dios, por lo tanto lleva el sello de autoridad, de soberanía y de poder divino.

Así como el "aliento de vida" que sopló Dios en Adán tiene poder, misterio y grandeza tal que deja atónitos aún hasta los científicos más avezados; Su Palabra, "salida de su boca" tiene en sí mismo poder, autoridad, materia y grandeza que bien haríamos en reconocer y admirar.

Como procede de la boca de Dios, tiene cualidades distintivas según Hebreos 4:12, 13: "es viva y eficaz". La Palabra de Dios escrita es el soplo de Dios y por lo tanto tiene vida inherente, por esa misma razón es eficaz, poderosa y "genera energía" (según el original griego)

La permanencia a través de los siglos (a pesar de los denodados esfuerzos de sus enemigos), las profecías cumplidas corroboradas por la ciencia y la multitud de vidas transformadas milagrosamente, nos dan un testimonio insoslayable: "La Palabra es viva...eficaz". Todo otro escrito, por más excelente y profundo que sea jamás podrá ser "vivo", y mucho menos eficaz para transformar vidas del modo que lo hace la Biblia

Es todo un desafío para nosotros el redescubrir esta gran verdad, impulsándonos a mostrar respeto, reverencia y contemplación.

Dios dice: "...hará lo que yo quiero..." "...aquello para que la envié..."

Definitivamente reconocemos que Dios no hace nada en vano. Todo su obrar está perfectamente integrado con un propósito, Su gran propósito, su propósito eterno tal como se menciona en Rom. 8:28-39, su Palabra fue emitida y registrada para "...permitir que fuésemos hechos conforme a la imagen de su hijo..."

Por lo tanto, su Palabra viva y eficaz tiene un sin numero de virtudes. Su labor comienza con el individuo mucho antes de que este sea salvo:

• Es el agente que genera fe (Rom.10:17)
• Es quien puede hacer sabio para salvación (2ª Tim. 3:15)
• Coopera con el Espíritu Santo en el renacimiento (1ª Pedro 1:23)

Es decir, absolutamente nada obrará el cambio regenerativo en el individuo si no parte de la obra de la Palabra de Dios aplicada por el Espíritu Santo. Nada hay más cautivante que ver el desarrollo de este renacimiento por la Palabra. ¿Quién puede resistir esta obra abrasadora? ¿Cuántas energías se malgastan pretendiendo lograr cambios en las vidas fuera de la aplicación de la Palabra de Dios?

Su glorioso propósito continúa luego de la regeneración, mencionando tan sólo algunos pasajes veremos:

Salmo 19:7-10:

Convierte el alma: Mente, sentimientos, voluntad, emociones
Hace sabio al sencillo: Nos capacita para discernir entre el bien y el mal, lo que conviene de lo que perjudica, lo útil de lo fatuo, lo santo de lo pecaminoso y así aplicar criterios sanos para la vida.
Alegra el corazón: ¿Quién no ha encontrado consuelo, esperanza, alegría, aliento, nuevas fuerzas a través de la meditación de la Palabra de Dios? ¿Quién no siente su corazón al leer acerca de la esperanza de Cristo?
Alumbra los ojos: Guiando los pasos, acciones y decisiones por el camino correcto, permiténdonos ver la esfera del mundo espiritual en el que estamos inmersos, enfocando nuestra mirada en la consumación del propósito eterno de Dios.
Permanece para siempre: Dando un viso de gran seguridad por no ser cambiante ni relativa como la moda o las corrientes filosóficas, sicológicas, etc.

Salmo 119:9 / 105:5: Permite limpiar el camino del joven.

Salmo 119:11: Nos alerta para no pecar.

2ª Timoteo 3:16,17: Este magistral pasaje nos muestra de que manera la Palabra de Dios participa en el proceso de maduración, desarrollo y crecimiento del hijo de Dios, para que de acuerdo a su propósito llegue a ser conforme a la imagen de su Hijo. En este pasaje hay cuatro acciones de la Palabra de Dios: Enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia, que en conjunto representan un paso en el crecimiento, un escalón subido. Primero enseña la verdad de Dios luego redarguye nuestro corazón mostrándonos en qué hemos errado; corrige nuestro andar, nuestra conducta en dirección a la voluntad de Dios y cierra el circuito intruyéndonos para no volver a pecar. Al llegar a este punto, indefectiblemente se habrá producido "un gran paso adelante y arriba en nuestra vida" ... "preparándonos enteramente, integralmente para toda buena obra" (vs.17)

¿Hay algo que pueda quedar fuera (en nuestra vida cristiana) del gran propósito que Dios le ha encomendado?. Esta hermosa verdad nos debiera alentar a la obediencia.

Dios dice: "...no volverá a mí vacía..."

Dios da una promesa y él cumple sus promesas. No obstante hay otras razones que avalan el cumplimiento de esta.

• La Palabra de Dios es viva y eficaz (Heb. 4:12) y como tal no necesita de nuestro auxilio y ayuda para tener éxito

• Dios usa su Palabra, esta es eficaz en las manos del Espíritu Santo para producir resultados sobrenaturales (comp. Ef. 6:17 / Jer. 23:29). Esta verdad debiera generar en nosotros ardiente expectativa.

Dios dice: "...será prosperada..."

De esta manera expresa los resultados. Esto habla de éxito, de permanencia, de multiplicación, de logros alcanzados y mantenidos.

Pero vemos que esta promesa, se extiende aún a aquellos que ha encontrado en ella su delicia. El Salmo 1:2,3 nos habla de prosperidad, la misma no es material, sino del alma: "como árbol plantado junto a corrientes de aguas" (vigor), " Que da su fruto en su tiempo" (fruto), " su hoja no cae" (testimonio) (Comp. Josué 1:8)

Al repasar esta maravillosa presentación que la Biblia hace de sí misma en Is. 55:10,11, podemos comprender las expresiones del salmista cuando decía: "...tus testimonios son mis delicias..." (Sal. 119:24), ",,,cuán dulces son a mi paladar tus palabras..." (Sal. 119:103), "...deseables mas que el oro... dulces mas que miel..." (Sal. 19:10), demostrando con estas expresiones que "saboreaba" la Palabra de Dios. Uno saborea una comida cuando la "mastica" lentamente, la paladea, permite que el alimento entre en contacto con todas las pailas gustativas ... es decir habla de tiempo, de dedicación, de actitud de placer.

Distinta actitud la de aquellos que:

• No sufrirán la sana doctrina (2ª Tim. 4:3,4)
• Como los atenienses, su única inquietud era la de decir u oír algo nuevo (Hechos 17:16-21)
• La estudiarán para aplicársela a los otros y no a sí mismos
• Solamente la estudiaran para preparar mensajes de primer nivel
• Tendrán la actitud del oidor olvidadizo (Sant. 1:22-25)

Retomando el pensamiento del título: ¡Oh cuanto amo yo tu Ley! o ¿Cuánto amo yo tu Ley?, nosotros también podemos apropiarnos alguna de las dos expresiones:

• De la primera para mencionar que Sí amamos y en gran manera su Palabra

• De la segunda cuestionándonos si amamos su Palabra, y en caso afirmativo ... ¿cuánto?

Que el Señor nos enseñe a mar su Palabra a la manera que el salmista lo hacía, y nuestra oración sea: "abre mis ojos y miraré las maravillas de tu Ley" (Sal. 119:18)

sábado, 4 de septiembre de 2010

“CUANDO SÓLO TENEMOS PREGUNTAS” por Américo Giannelli

Al comenzar un sencillo análisis del sufrimiento en la vida del creyente, deseamos expresar nuestra simpatía y profundo cariño para aquellos que tal vez al leer estos comentarios se encuentran viviendo si-tuaciones difíciles y angustiosas. No es fácil para nosotros abordar este tema sin dejar de pensar en mu-chos queridos hermanos que están pasando por momentos muy difíciles. No obstante ello, es nuestra in-tención observar en la Palabra de Dios, aquello que nos sea de aliento y a la vez de instrucción.

Cuando nos referimos al tema del sufrimiento, inmediatamente pensamos en Job. Aquel que lee su historia sin un conocimiento bíblico, posiblemente quede perplejo y con más dudas que certezas. ¿Por qué siendo un varón perfecto tiene que sufrir?, ¿Por qué Dios no interviene?, ¿Por qué no recibe consuelo? etc.

A la vista de los hombres, el sufrimiento de Job parece algo absurdo e incomprensible, por lo tanto no es de extrañarse que la pregunta recurrente sea: ¿por qué?.

Esta misma pregunta seguramente se hicieron los cuatro amigos de Job; como aseguran algunos eruditos, ni las "visiones nocturnas" de Elifaz, ni los "dichos sabios" de Bildad, ni el "dogmatismo" de Zofar o la actitud critica de Eliú, pudieron dar una respuesta concreta a la cuestión.

Cada vez que estamos en prueba, lo primero que asalta nuestra mente son preguntas. Trataremos de dar respuesta a algunos interrogantes:

¿De donde viene el sufrimiento?

Luis Palau en su libro devocional "De la mano de Jesús: Pasos hacia la madurez cristiana", dice que básicamente, hay cuatro clases:

a) El primer tipo es el sufrimiento como resultado de desastres naturales, como por ejemplo un terremoto o una gran tormenta, cuyas consecuencias afectan a justos e injustos (Mateo 5:45).

b) Una segunda clase de sufrimiento podría denominarse "la inhumanidad del hombre para con el hom-bre". Es cuando el hombre trata de herir a su prójimo en razón de su codicia y su orgullo (Santiago 4:1, 2).

c) Un tercer tipo de sufrimiento se demuestra con claridad en la vida de Job en el Antiguo Testamento. Fue resultado del ataque directo de Satanás. Después que recibió autorización de Dios, Satanás co-menzó a actuar y causó un sufrimiento indecible a Job y su familia.

d) La cuarta clase de sufrimiento es el que se produce como resultado de nuestras propias acciones equi-vocadas.

¿Por qué viene el sufrimiento?

Es cierto que muchas veces padecemos el dolor que merecen nuestros actos, pero lo que más nos confunde es cuando creemos con sinceridad que no hemos hecho nada para merecerlo. En ese sentido el Libro de Job nos da una perspectiva clara, ya que él no merecía de ninguna manera el dolor como castigo o disciplina.

Si bien los cuatro amigos insistieron en que el dolor es consecuencia de una vida pecaminosa, aquí encontramos que el dolor no es un resultado sino un medio. No el fin en sí mismo, sino el camino. El Após-tol Pedro nos revela el propósito de Dios (1ª Ped. 4:10): El sufrimiento es permitido por Él como una herra-mienta para generar en la vida del creyente el progreso espiritual.

Tenemos presente el testimonio de tantos hermanos que han aprendido las Escrituras por su cons-tancia en el estudio, pero aseguran que las lecciones aprendidas en momentos de dolor son las que han quedado grabadas a fuego en el alma. El apóstol Pablo, que sufrió distintos peligros, azotes, lapidación, naufragio, hambres, sed y hasta la cárcel (2ª Cor. 11:24-28), podía expresar con absoluta convicción naci-da de la experiencia: "nada me podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús" (Rom. 8:39).

Regresando al texto de 1ª Pedro, encontramos que los cuatro objetivos de Dios para la vida del creyente: madurez, estabilidad, fortaleza y fundamento, es decir una transformación en el carácter del cris-tiano.

¿Que hacer en medio del sufrimiento?

Cuando nos sentimos rodeados, y la tristeza nos embarga, es cierto que se nos hace muy difícil poder observar el futuro, porque el presente nos agobia, y si de alguna manera lo vislumbramos, el pesi-mismo nos hace presa.

Entonces ¿qué debe hacer el creyente?. Teniendo en claro que Dios siempre obra con un propósito para nuestra vida, y que de ninguna manera está desentendido de nuestros problemas (1ª Ped. 5:7) lo pri-mero que debe hacer es confiar en Él. La fe básicamente es tener seguridad que las promesas de Dios han de cumplirse, y el convencimiento de que la salida que no vemos, nos ha de ser dada. Lamentablemente a veces pensamos en la fe como un acto religioso, cuando en realidad es un acto del corazón que cree en Dios. Por lo tanto en la fe no hay lugar a la resignación o al conformismo, sino debe existir absoluta segu-ridad y descanso en nuestro Padre celestial.

En segundo lugar ese acto de fe nos debe conducir a esperar en Dios porque Él es nuestro liberta-dor, sustentador, ayuda y escudo (Salmo 33:20), en nadie más podemos hallar semejantes características, sólo en Dios. Además nos indica que a su debido tiempo recibiremos el oportuno socorro.

¿Qué podemos hacer con el que sufre?

Los amigos de Job comenzaron correctamente su tarea, quisieron condolerse y consolar a su ami-go. Al ver su dolor tan grande, correctamente guardaron silencio en señal de respeto y congoja. Sin lugar a dudas esta es una actitud que los cristianos debemos imitar: el sentir el dolor ajeno como propio y brindar un bálsamo sobre la heridas del corazón, son dos actividades sublimes y como en el caso de Job, el silen-cio y la compañía son buenas herramientas.

El problema de estos hombres, es que luego quisieron teorizar sobre el dolor ajeno (esto una ca-racterística de la conducta humana), y aunque muchas de sus opiniones y conceptos fueron correctos, ellos no entendían que Dios estaba obrando de una manera determinada. Lo que al principio era un con-suelo llegó a ser una carga para el pobre Job.

Hemos mencionado que Dios utiliza muchas veces el dolor como un medio para producir un cam-bio, por lo tanto lo más acertado es encomendar todo en las manos del Señor, confiar en él y cumplir aque-llo que nos enseña la Escritura: "Llorad con los que lloran" (Rom.12:15).

Es nuestro deseo concluir elevando una oración: "Padre celestial, Dios de toda consolación, pedi-mos tu bendición para nuestros hermanos que sufren, para aquellos que abrumados por las circunstancias que les tocan vivir se sienten abatidos y confundidos. Queremos expresarte que sentimos su dolor como propio y que deseamos que al atravesar el "valle de sombra y de muerte" puedan experimentar tu presen-cia, consuelo y sostén. En el nombre del Señor Jesucristo, Amén."

martes, 24 de agosto de 2010

PRESENTACIÓN LIBRO DE JOEL JAMES

"Instrucciones para la Iglesia de hoy", es el título que le hemos dado a una serie de diez mensajes en fascículos escritos por el pastor Joel James impresos y publicados originalmente en inglés en su lugar de residencia, Pretoria (Sud África), ocho de los cuales, la Asociación Iglesia Cristiana Evangélica en Rosario tiene el placer de presentar en español en este libro, editado con motivo de la primera visita que el pastor Joel James junto a su esposa Rut realizan a la Argentina en octubre de 2010.

El pastor James encara temas de mucha actualidad que están circulando por todas las regiones entre los grupos denominados cristianos evangélicos, tales como “Probando las profecías de hoy” (¿Se mide la “profecía” actual bajo los parámetros bíblicos?), “Identificando a los falsos profetas” (Una lista bíblica para identificar a los falsos maestros en la iglesia); “Preguntas y respuestas sobre sanidades, lenguas y profecías” (Qué dice la Biblia realmente sobre los dones milagrosos), “Perdonando como Dios perdona” (El plan de Dios para restaurar la paz en las relaciones golpeadas por el pecado), todos fundamentados en las Sagradas Escrituras. No es su concepto personal ni la opinión popular la que prevalece en estos escritos, ni tan siquiera lo que nos gustaría que sea según nuestra tradición o conveniencia. Lo que vale y debe defender la iglesia de Cristo, es lo que Dios dice a través de su Palabra que permanece para siempre.

Joel encara también con amena lectura otros temas prácticos para la vida diaria del cristiano, tales como “Tomando decisiones bíblicas” (¿Es la voluntad de Dios conocer su voluntad?); “Venciendo la ira” (Guía bíblica para tornarse paciente, tolerante y lento para la ira). Para los más jóvenes que están buscando una compañía para su vida es recomendable la lectura del capítulo “El principio del compañerismo” (Trayendo sanidad bíblica a las locuras de las citas) que puede evitarte muchos malestares y contratiempos. Para los adultos, cuando se presentan las dificultades de la vida, es fundamental tener en cuenta “Cómo lidiar con la calamidad” (Estudio de la fe temerosa del Señor extraído del libro de Job).

lunes, 16 de agosto de 2010

EL GOZO (Estado de paz en el alma) por José M. Zorrilla

"como días en que los Judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes de tristeza se les cambio en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete de GOZO, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres"
Ester 9: 22


Cuando se habla de gozo en la sociedad contemporánea, se utiliza un vocabulario casi desconocido; como un tema desencajado de la realidad. Precisamente ésto me llevó a pensar en cómo era la sociedad que tuvo que enfrentar una comunidad judía unos 500 años antes de Cristo, en la nación Persa, y más específicamente en su capital Susa, con el rey Asuero y Ester que llegó a ser la reina.

La sociedad era intrigante, corrupta y violenta, con un primer ministro que era un verdadero enemigo público, ¡como para hablar de gozo en medio de ese caos!

Pero sucedió que fueron destruídos los enemigos, y esto es lo primero que se necesita para tener GOZO, paz en el alma. El GOZO, se diferencia con la alegría en que ésta es pasajera, inestable y circunstancial, porque se provoca desde el exterior, desde afuera afectando los sentidos y las emociones que explotan en risas y algarabías, pero toda la euforia es breve y muchas veces incoherente y no pocas veces se produce ante las lágrimas de otros, como vemos en un caso muy común; la caída de otra persona en forma inesperada.

En otro caso se necesitan ruidos o música estridente desde el exterior, y tiene la característica de ser individualista, como una especie de egoísmo manifiesto, porque se desprecia el derecho de otros. Pero estamos hablando de GOZO, que es un fruto del Espíritu Santo, por lo tanto es interna. La motivación comienza adentro del corazón, es decir, desde lo más íntimo del ser humano.

Volviendo al pasaje bíblico del principio, (que recomiendo leer en el libro de Ester), fue necesario primero destruir a los enemigos que habían implantado el terror en las personas y hacían gran daño. En aquella oportunidad era con nombres y apellido como el nefasto primer ministro Amán y sus secuaces.

Hoy donde el GOZO está tan ausente, y parece que las personas andamos con vestiduras de cilicio, (negras); y la tristeza se ve en los rostros, necesitamos la valentía y la decisión de la reina Ester y todo el pueblo con ella de volver a la dependencia de DIOS como ellos lo hicieron, y aunque no se nombre a DIOS en todo el libro, el Señor está tácito en cada acción del pueblo de Israel.-

Hoy también existen enemigos en el corazón que siembran el miedo y la angustia, ellos se presentan con nombres diferentes como: la INDULGENCIA personal, la tolerancia a toda especie de pecados, especialmente los sutiles como los celos, la envidia, el rencor, la rebeldía de no respetar las autoridades, y la liviandad de aceptar hechos reñidos con la moral, y toda la libertad, mejor dicho el libertinaje de tomar irresponsablemente las cosas sagradas. Tal vez se piense que exagero, pero pregúntese ¿dónde está la reverencia que DIOS merece y la atención que Dios aprecia mas que las grosuras (excelencias) de los sacrificios? (1ª Samuel 15:22).

Estos son los enemigos que hay que destruir de una vez por todas, entonces se volverá a implantar el GOZO en los corazones. Gracias a Dios tenemos los mismos y aún mayores recursos. El Señor Jesucristo ha provisto la más eficaz herramienta para la libertad verdadera, y destruir el pecado de nuestros corazones, ÉL con el sacrificio único de la cruz quitó de en medio el pecado, lo destruyó, haciendo la paz mediante la sangre de la cruz; (Colosenses 1:20 b)

Así que, cualquier persona agobiada por el pecado en su corazón, o con la desesperación y la impotencia de su propia naturaleza, puede confesarlo, verdaderamente arrepentido y aceptar a Jesucristo como Salvador y Señor de su vida. VENCE el terrible enemigo y el primer efecto del perdón es la paz del alma; experimentando el gozo por la justificación por medio de la fe, y esto a pesar de las circunstancias y el momento adverso que estemos viviendo.

El GOZO es fruto de la Persona del Espíritu Santo, es contagioso y participativo; necesariamente produce un cambio del egoísmo hacia la solidaridad y la participación, como vemos en el pasaje bíblico comentado; la tristeza y el luto se cambió en banquete y el envío de porciones, (de alimentos), y el GOZO alcanzó aún a los pobres. Así que en lugar de pálidas, quejas, lamentos y murmuraciones, disfrutaban de enorme GOZO. El pensar y hablar el tema ya nos produce GOZO en el corazón.

Pero amado lector, recuerde que no viene de afuera, sino que emerge desde el fondo del alma es un estado de paz, y no son las circunstancias buenas o malas, sino que JESUCRISTO mismo es el objeto del GOZO.

En la Biblia tenemos registrados casos de situaciones difíciles, como Pablo y Silas, en el calabozo de Filipos (Hechos 16:24-25), o al mismo Pablo animando aún frente un naufragio (Hechos 27:33-38). Ahora bien, cuando hablamos de GOZO, no estamos diciendo que la risa está incorporada al creyente, también hay lágrimas en la vida cristiana, pero qué diferente es saber que hemos sido aceptos en ÉL, y la justificación otorgada por la fe en su obra, permite gozar de paz permanente, somos perdonados y consolados por Dios mismo en Cristo el Señor.-

Termino mi comentario señalando que aquella admirable gente, fue responsable de cambiar, su situación volviendo sus rostros al Señor de los cielos; así se entiende cuando Mardoqueo rasga sus vestidos y clamando con amargura en la ciudad el pueblo se suma al clamor (Ester 4:1-3).

La oración, es el más grande recurso que tenemos para buscar a DIOS, que nos oirá, más todavía, nos responderá con acciones maravillosas que pueden cambiar nuestras tristezas en Gozo verdadero y esto aunque las circunstancias adversas persistan (Jeremías 33: 2-3).

Dijo Jesucristo: "estas cosas os he hablado para que MI GOZO esté en vosotros" (San Juan 15:11) ... y vuestro GOZO sea cumplido o completo y así como dice una canción: "EL GOZO DEL SEÑOR MI FORTALEZA ES ".