martes, 28 de septiembre de 2010

PAUTAS PARA LA CONDUCTA DE LA MUJER CRISTIANA Por: Ana María H. de Giannelli

En cierta oportunidad, escuché a una madre decir a su hija (cristianas ambas): - "cuidado con tu conducta porque eres una hija del Rey", frase que me quedó grabada, y más aún ésta: "Sed santos en toda vuestra manera de vivir" (1ª Pedro 1:15). ¡Qué privilegio! por un lado el ser hija del Rey, pero ¡Qué responsabilidad!, porque espera de sus hijas LA SANTIDAD EN TODO.

Dios en su Palabra, nos habla claramente cómo debe ser nuestra conducta como cristianas, así como coronó su creación creando a la mujer, nos pide que seamos santas, "diferentes", ya que Cristo nos dio el lugar de honor y libertad.

El apóstol Pablo en 1ª Cor. 11:7 dice que somos "la gloria del varón", y ninguna escapa a esta gran responsabilidad, desde niñas y jovencitas hasta esposa, madres y abuelas cumpliendo con lo que la Palabra de Dios ordena a cada una. La mujer cristiana debe ser luz en todo momento y lugar, no debe dejar de brillar: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mt. 5:16) y siendo "... ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." (1ª Tim. 4:12) y muchísimos versículos más que hablan por sí solos como todo el libro de los Proverbios que resaltan verdades que una hija de Dios debe cumplir en su diario vivir, demostrando una conducta recta y amorosa hacia su prójimo.

El amor de Cristo en nosotras debe ser demostrado con una conducta reverente, no calumniadora y prudente, que sea percibida como un olor grato para aquellos que nos rodean.

Es fundamental recordar que un carácter cristiano, un corazón amante, generoso y fiel, son el resultado de Cristo habitando en el corazón. Tu conducta es una consecuencia de haber rendido tu vida al Señor. Puede que tu proceder sea correcto aún sin el Señor Jesús como tu Salvador, pero como el joven rico de Marcos 10: 17-22, si no te humillaste y confesaste tus pecados a Cristo en vano es que intentes agradarle, ya que tu buena conducta no nace de un corazón transformado.

Tampoco olvidemos lo que nos enseña Proverbios 20:11,12 que las acciones hablan más que las palabras, tanto es así que la conducta obediente, amante y devota de una mujer puede ganar al marido inconverso para Cristo (1ª Pedro 3:1, 2)

¡Si, debemos vivir a Cristo diariamente! para que brillemos, porque el Señor nos puso como luz y como sal para que lo que se viese en nuestras vidas, crease hambre y sed de Cristo:

• No pongas tu luz en un lugar encubierto, queriendo ocultar que eres de Cristo.
• No la tapes con tus ocupaciones que te harán perder el hábito de tu momento devocional
• No la pongas debajo de la cama con tu pereza, sueño y comodidad.
• Que tu luz refleje la luz de Aquel que brilló perfectamente en este mundo.

J. D Pentecost en su libro "El Sermón del Monte" escribe: "Si tu forma de vida se parece tanto a la forma de vida de los no salvos que no se puedan ver diferencias entre ellos y tú, es imposible ser sal y desoyendo la Palabra de Dios nunca podrás ser luz". ("...Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos" - Jer.15:19 - recomiendo leer desde el vs. 15 hasta el 21).

Presta atención a estos consejos para vivir una vida diferente a los parámetros de este mundo y de acuerdo a los mandamientos divinos:

• Comunión diaria con Cristo: La lectura de su Palabra te guiará en cada paso que debas dar, ella debe ser tu manual de vida, te enseña lo que debes hacer, te reprende en lo que debes dejar de hacer, corrige lo que debes cambiar e instruye en lo que debes comenzar a hacer. La oración constante ,sincera, persistente y eficaz, puede mucho. Debe ser la ocupación más importante de toda cristiana. Tu conducta será otra si eres una mujer de oración.

• Crece en espiritualidad (viviendo una vida llena del Espíritu Santo): Si tienes pecados ocultos, no confesados, estás contristando al Espíritu Santo. Confiesa tu pecado, pide al Señor perdón y limpieza, de tal manera que su Santo Espíritu ocupe más y más tu vida. Recuerda que tenemos un mandamiento:"Sed llenos del Espíritu Santo" (Gálatas 5:18).

• Manifiesta tu amor por Cristo en todo momento: Si Cristo es el dueño de tu vida, tu corazón debe estar lleno de amor, que es lo primero en la lista del fruto del Espíritu Santo. El amor a Cristo comienza con nuestra devoción y obediencia a Él. También debe manifestarse con hechos hacia quienes te rodean, demostrando paciencia, bondad, sencillez, humildad, calma, cortesía y perdón."No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad" (1ª Jn.3:18).

Que puedas apropiarte del versículo, "...ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí", porque el secreto del carácter cristiano es que puedas parecerte más y más a Él que es el modelo perfecto.