martes, 24 de agosto de 2010

PRESENTACIÓN LIBRO DE JOEL JAMES

"Instrucciones para la Iglesia de hoy", es el título que le hemos dado a una serie de diez mensajes en fascículos escritos por el pastor Joel James impresos y publicados originalmente en inglés en su lugar de residencia, Pretoria (Sud África), ocho de los cuales, la Asociación Iglesia Cristiana Evangélica en Rosario tiene el placer de presentar en español en este libro, editado con motivo de la primera visita que el pastor Joel James junto a su esposa Rut realizan a la Argentina en octubre de 2010.

El pastor James encara temas de mucha actualidad que están circulando por todas las regiones entre los grupos denominados cristianos evangélicos, tales como “Probando las profecías de hoy” (¿Se mide la “profecía” actual bajo los parámetros bíblicos?), “Identificando a los falsos profetas” (Una lista bíblica para identificar a los falsos maestros en la iglesia); “Preguntas y respuestas sobre sanidades, lenguas y profecías” (Qué dice la Biblia realmente sobre los dones milagrosos), “Perdonando como Dios perdona” (El plan de Dios para restaurar la paz en las relaciones golpeadas por el pecado), todos fundamentados en las Sagradas Escrituras. No es su concepto personal ni la opinión popular la que prevalece en estos escritos, ni tan siquiera lo que nos gustaría que sea según nuestra tradición o conveniencia. Lo que vale y debe defender la iglesia de Cristo, es lo que Dios dice a través de su Palabra que permanece para siempre.

Joel encara también con amena lectura otros temas prácticos para la vida diaria del cristiano, tales como “Tomando decisiones bíblicas” (¿Es la voluntad de Dios conocer su voluntad?); “Venciendo la ira” (Guía bíblica para tornarse paciente, tolerante y lento para la ira). Para los más jóvenes que están buscando una compañía para su vida es recomendable la lectura del capítulo “El principio del compañerismo” (Trayendo sanidad bíblica a las locuras de las citas) que puede evitarte muchos malestares y contratiempos. Para los adultos, cuando se presentan las dificultades de la vida, es fundamental tener en cuenta “Cómo lidiar con la calamidad” (Estudio de la fe temerosa del Señor extraído del libro de Job).

lunes, 16 de agosto de 2010

EL GOZO (Estado de paz en el alma) por José M. Zorrilla

"como días en que los Judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes de tristeza se les cambio en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete de GOZO, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres"
Ester 9: 22


Cuando se habla de gozo en la sociedad contemporánea, se utiliza un vocabulario casi desconocido; como un tema desencajado de la realidad. Precisamente ésto me llevó a pensar en cómo era la sociedad que tuvo que enfrentar una comunidad judía unos 500 años antes de Cristo, en la nación Persa, y más específicamente en su capital Susa, con el rey Asuero y Ester que llegó a ser la reina.

La sociedad era intrigante, corrupta y violenta, con un primer ministro que era un verdadero enemigo público, ¡como para hablar de gozo en medio de ese caos!

Pero sucedió que fueron destruídos los enemigos, y esto es lo primero que se necesita para tener GOZO, paz en el alma. El GOZO, se diferencia con la alegría en que ésta es pasajera, inestable y circunstancial, porque se provoca desde el exterior, desde afuera afectando los sentidos y las emociones que explotan en risas y algarabías, pero toda la euforia es breve y muchas veces incoherente y no pocas veces se produce ante las lágrimas de otros, como vemos en un caso muy común; la caída de otra persona en forma inesperada.

En otro caso se necesitan ruidos o música estridente desde el exterior, y tiene la característica de ser individualista, como una especie de egoísmo manifiesto, porque se desprecia el derecho de otros. Pero estamos hablando de GOZO, que es un fruto del Espíritu Santo, por lo tanto es interna. La motivación comienza adentro del corazón, es decir, desde lo más íntimo del ser humano.

Volviendo al pasaje bíblico del principio, (que recomiendo leer en el libro de Ester), fue necesario primero destruir a los enemigos que habían implantado el terror en las personas y hacían gran daño. En aquella oportunidad era con nombres y apellido como el nefasto primer ministro Amán y sus secuaces.

Hoy donde el GOZO está tan ausente, y parece que las personas andamos con vestiduras de cilicio, (negras); y la tristeza se ve en los rostros, necesitamos la valentía y la decisión de la reina Ester y todo el pueblo con ella de volver a la dependencia de DIOS como ellos lo hicieron, y aunque no se nombre a DIOS en todo el libro, el Señor está tácito en cada acción del pueblo de Israel.-

Hoy también existen enemigos en el corazón que siembran el miedo y la angustia, ellos se presentan con nombres diferentes como: la INDULGENCIA personal, la tolerancia a toda especie de pecados, especialmente los sutiles como los celos, la envidia, el rencor, la rebeldía de no respetar las autoridades, y la liviandad de aceptar hechos reñidos con la moral, y toda la libertad, mejor dicho el libertinaje de tomar irresponsablemente las cosas sagradas. Tal vez se piense que exagero, pero pregúntese ¿dónde está la reverencia que DIOS merece y la atención que Dios aprecia mas que las grosuras (excelencias) de los sacrificios? (1ª Samuel 15:22).

Estos son los enemigos que hay que destruir de una vez por todas, entonces se volverá a implantar el GOZO en los corazones. Gracias a Dios tenemos los mismos y aún mayores recursos. El Señor Jesucristo ha provisto la más eficaz herramienta para la libertad verdadera, y destruir el pecado de nuestros corazones, ÉL con el sacrificio único de la cruz quitó de en medio el pecado, lo destruyó, haciendo la paz mediante la sangre de la cruz; (Colosenses 1:20 b)

Así que, cualquier persona agobiada por el pecado en su corazón, o con la desesperación y la impotencia de su propia naturaleza, puede confesarlo, verdaderamente arrepentido y aceptar a Jesucristo como Salvador y Señor de su vida. VENCE el terrible enemigo y el primer efecto del perdón es la paz del alma; experimentando el gozo por la justificación por medio de la fe, y esto a pesar de las circunstancias y el momento adverso que estemos viviendo.

El GOZO es fruto de la Persona del Espíritu Santo, es contagioso y participativo; necesariamente produce un cambio del egoísmo hacia la solidaridad y la participación, como vemos en el pasaje bíblico comentado; la tristeza y el luto se cambió en banquete y el envío de porciones, (de alimentos), y el GOZO alcanzó aún a los pobres. Así que en lugar de pálidas, quejas, lamentos y murmuraciones, disfrutaban de enorme GOZO. El pensar y hablar el tema ya nos produce GOZO en el corazón.

Pero amado lector, recuerde que no viene de afuera, sino que emerge desde el fondo del alma es un estado de paz, y no son las circunstancias buenas o malas, sino que JESUCRISTO mismo es el objeto del GOZO.

En la Biblia tenemos registrados casos de situaciones difíciles, como Pablo y Silas, en el calabozo de Filipos (Hechos 16:24-25), o al mismo Pablo animando aún frente un naufragio (Hechos 27:33-38). Ahora bien, cuando hablamos de GOZO, no estamos diciendo que la risa está incorporada al creyente, también hay lágrimas en la vida cristiana, pero qué diferente es saber que hemos sido aceptos en ÉL, y la justificación otorgada por la fe en su obra, permite gozar de paz permanente, somos perdonados y consolados por Dios mismo en Cristo el Señor.-

Termino mi comentario señalando que aquella admirable gente, fue responsable de cambiar, su situación volviendo sus rostros al Señor de los cielos; así se entiende cuando Mardoqueo rasga sus vestidos y clamando con amargura en la ciudad el pueblo se suma al clamor (Ester 4:1-3).

La oración, es el más grande recurso que tenemos para buscar a DIOS, que nos oirá, más todavía, nos responderá con acciones maravillosas que pueden cambiar nuestras tristezas en Gozo verdadero y esto aunque las circunstancias adversas persistan (Jeremías 33: 2-3).

Dijo Jesucristo: "estas cosas os he hablado para que MI GOZO esté en vosotros" (San Juan 15:11) ... y vuestro GOZO sea cumplido o completo y así como dice una canción: "EL GOZO DEL SEÑOR MI FORTALEZA ES ".

EL HOGAR LA PRIMERA ESCUELA por Elisabet A. de Di Benedetto

Si alguien nos propone que enumeremos palabras relacionadas con el vocablo HOGAR, sin duda surgen con espontaneidad una larga lista (realiza la tuya) que expresan nuestros sentimiento, emociones y vivencias según las circunstancias que nos han tocado vivir, experiencias agradables o desagradables, recuerdo inolvidables o que no deseamos recordar.

Cuando Jesús, el Hijo de Dios, vino al mundo, tuvo un hogar, fue recibido por una familia formada por una madre, un padre y hermanos (Mateo 12:46 / Lucas 2:41).

Cuando nosotras, las hijas de Dios por adopción, redimidas y salvadas por la sangre de Cristo traspasemos los umbrales del cielo, tendremos un hogar, una morada en la casa del Padre que nos espera (Juan 14:2)

Es indudable que la familia tiene una función vital en la formación integral de nuestros hijos, ellos están con nosotros por un corto plazo, pero aquellos valores y conductas que asuman en esos años se tornarán en hábitos de por vida y probablemente los transmitirán a sus hijos también. Esta responsabilidad implica una labor consistente que no se conforma con simple mediocridad.

Ningún padre o madre es perfecto, siempre hay lugar para mejorar y cambiar si tomamos seriamente la responsabilidad de criar bien a nuestros hijos.

En la actualidad con la abundante información que tenemos no podemos ignorar que los primeros siete años de vida son los más importantes en la formación espiritual de un niño, y si sus padres no toman el rol de enseñadores en esta área más fácil será para los distintos grupos sociales (ateos, humanistas, new age, etc.) influir en la mente de nuestros niños por lo tanto no debemos desatender esta responsabilidad como padres ante Dios.

¿Qué ha pasado con los niños de nuestra sociedad actual? Los valores parecen haberse dado vuelta quieren que se haga todo por ellos, las palabras "gracias" y "por favor" no forman parte del su vocabulario, desconocen el significado de la palabra respeto, creen que han sido traídos al mundo para jugar y todo tiene que ser divertido o entretenido.

¿Cómo podemos rescatar a nuestros niños de este descenso desenfrenado?

Por supuesto que no podemos cambiar a nuestra sociedad en su totalidad, pero si podemos cambiar las vidas de aquellos a nuestro cargo e influir en las vidas de aquellos que ven la diferencia en nuestra familia.

La Biblia es bien clara, en Deut. 6:7-9 se nos dice que la tarea más importante que nos ha dado Dios como padre, es enseñar a nuestros hijos en el camino de la verdad, en el camino de Dios. Esta tarea implica una labor continua, ejemplificada en nuestro diario vivir.

El Dr. Dobson sugiere cinco metas basadas en cinco conceptos espirituales que proporcionan la base fundamental sobre la cual se afirmará toda futura doctrina. A medida que las analicemos realicemos una autoevaluación de los puntos que necesitamos trabajar mas a fondo:

I "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas" (Mr. 12:30)

• ¿Está tu niño aprendiendo a amar a Dios por tu amor, tu ternura y comprensión?. El niño cuyos padres dirigen con amor aprende también a rendirse a la caritativa autoridad de Dios

• ¿Está aprendiendo a hablar del Señor e incluirlo en sus pensamientos y planes?

• ¿Está aprendiendo a ir a Jesús cuando tiene miedo o se siente solo o asustado?

• ¿Está aprendiendo a leer la Biblia?

• ¿Está aprendiendo a orar?

• ¿Está aprendiendo el significado de la fe y la confianza?

• ¿Está aprendiendo el gozo de la vida cristiana?

II "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mr. 12:31)

• ¿Está tu niño aprendiendo a entender e identificarse con los sentimientos de otros?

• ¿Está aprendiendo a no ser egoísta y quisquilloso?

• ¿Está aprendiendo a compartir?

• ¿Está aprendiendo a no chismosear o criticar a otros?

• ¿Está aprendiendo a aceptarse a sí mismo?

III "Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios" (Salmo 143:10)

• ¿Está aprendiendo a obedecerles como padres en preparación para la obediencia a Dios?

• ¿Está aprendiendo a comportarse apropiadamente en la iglesia, la casa de Dios?

• ¿Está aprendiendo el significado del pecado y sus consecuencias inevitables?

IV "Teme a Dios y guarda sus mandamientos" (Eclesiastés 12:13)

• ¿Está tu niño aprendiendo a ser honesto y a decir la verdad?

• ¿Está aprendiendo a guardar el domingo como día del Señor?

• ¿Está aprendiendo la relativa importancia del materialismo?

• ¿Está aprendiendo a seguir los dictámenes de su propia conciencia

V "Mas el fruto del Espíritu es ... templanza" (Gálatas 5:22,23)

• ¿Está aprendiendo a dar una porción de su dinero a Dios?

• ¿Está aprendiendo a controlar sus impulsos?

• ¿Está aprendiendo a trabajar y atener responsabilidades?

• ¿Está aprendiendo la enorme diferencia entre la autovaloración y el orgullo egocéntrico?

• ¿Está aprendiendo a reverenciar al Dios del universo?

Nuestra meta debe ser prepararlos durante todo el tiempo en que los tengamos en casa, para el momento en que tengan que empezar a tomar sus propias decisiones, y la promesa que se nos da en Prov. 22:6, si el fundamento espiritual que le hemos dado es sólido, cuándo sea mayor "no se aparte de él"

Nuestra meta es un joven que ame a Dios, que ame a los demás y se ame a sí mismo porque ha sido disciplinado, valorado y amado en su niñez.

Ama y acepta a tu hijo tal cual es, con su particular individualidad.

Nuestro papel como padres no es cambiarlo y forzarlo dentro de un molde que se ajusta a nuestra imagen de niño ideal, sino guiarlo, encaminarlo y entrenarlo para ser aquel que Dios en su propósito ha dispuesto que sea.

"Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas, como de un palacio.
Bienaventurado el pueblo que tiene esto, bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová"
Salmo 144:12 y 15

"Siervos de Dios ¡obrad!" por Juan A.Garcia

La frase del titulo del incisivo cántico 220 de nuestro himnario, vino a mi mente a propósito del panorama que tenemos por delante si el Señor no viene antes a buscar a su iglesia.

Ya se acerca el tiempo de la reiniciación de actividades que se suspenden a fines de año. Las que no se interrumpieron como la Cena del Señor, oración y estudio, los mensajes los domingos a la noche, ha seguido adelante con la ayuda del Señor.

Pero ahora la iglesia se apresta a participar también de las que estuvieron en receso: La Escuela Dominical, reuniones femeninas, adolescentes (¿preadolescentes?), reuniones caseras etc. Damos gracias a Dios porque también se han reanudado el 16 de febrero las reuniones de matrimonios, que rogamos a nuestro Dios y Padre sean consolidadas y fructifiquen para el crecimiento espiritual y la profundización de la comunión cristiana.

La diversidad de actividades hace evidente la necesidad de que cada miembro del cuerpo de Cristo con los dones con que el Señor lo capacitó, esté preparado, dispuesto para hacer la parte que le corresponde. Aún estando todos alistados somos un número insuficiente para hacer todo lo que se podría realizar, por eso es más sensible aún cuando no aportamos lo nuestro.

Hay actividades que con algunos siervos del Señor preparados a punto pueden desarrollarse con toda normalidad en presencia de la iglesia, pero otras necesitan número considerablemente mayor para funcionar con propiedad, por ejemplo la Escuela Dominical. Si sumamos los maestros y colaboradores de cada una de las clases, conducción del canto, músicos para el acompañamiento a veces alguna breve lección ilustrada por hermanos "en vivo" etc. y esto multiplicado por dos: Barrio Sarmiento y La Florida llegamos a la evidente conclusión de cuán necesario es cada hermano, cada siervo facultado para ello por el Señor.

Puede haber en la iglesia otros hermanos que no estén llamados para algunas de estas actividades, pero todos sabemos que en las congregaciones el Señor ha provisto hermanos con dones que en 1ª Corintios 12:28 se los define como "los que ayudan" y ¡vaya que son necesarios!.

Además hacemos hincapié en otra actividad para la cual todos sin excepción estamos capacitados y en la Palabra de Dios de tapa a tapa se destaca su importancia: La oración. No basta que los siervos se activen, por eso buscamos la presencia y bendición del Señor en cada uno de ellos. Para que la iglesia cumpla con su misión en la tierra, debe depender del Señor de la Mies.

Hermanos: Oremos los unos por los otros. Para cada uno de nosotros toda la iglesia es de suma importancia; para la iglesia somos de suma importancia cada uno de nosotros.

Prioridades entre cosas buenas por Juan A. Garcia

En Lucas 11:42, el Señor Jesús dice: “Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y que pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”. Esta última frase (”esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”), demuestra que hay cosas que en sí mismas son buenas, pero que entre ellas algunas son de importancia prioritaria y que si no se les da el lugar que les corresponde, las otras a pesar de ser buenas en sí pierden esa cualidad por estar mal ubicadas.

Los fariseos diezmaban meticulosamente todo lo que llegaba a su poder. Este hecho estaba bien, era aprobado y mostraba un notable grado de escrupulosidad digna de encomio. Pero nuestro Señor lejos de ponderar semejante actitud, lanza sobre ellos un solemne “Mas ¡ay de vosotros, fariseos!”

Su fuerte reconvención se debía a que ellos se habían vuelto extremadamente “religiosos” de actos externos, de meras apariencias. Su “culto” se circunscribía a lo material, a lo que se podía contabilizar, sin nada interior que le diera verdadera validez; por eso en el vs.39 el Señor les diagnostica su enfermedad espiritual: “Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fura del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad”. En verdad carecían de “justicia y del amor de Dios”, es decir, de lo esencial, haciendo de esta manera que lo bueno (pero secundario) que podría acreditársele, perdiera su valor.

Este tema nos invita a reflexionar sobre nosotros mismos:

1) Podemos (¡debemos!) tener un “buen testimonio”, haber conformado una buena “imagen” por nuestro nivel de vida tanto moral como eclesiástica. ¿Es suficiente?, Por supuesto que sí, si ello es la exteriorización de un corazón recto que en verdad ama al Señor.

2) Hacemos bien con responder a la invitación del Señor de participar de su Cena comiendo el pan y bebiendo de la copa … Si el acto físico está acompañado por un corazón ejercitado.

3)Es correcto e inteligente aprovechar al máximo el don que en Su gracia el Espíritu ha dado a cada uno de nosotros … siempre que nuestra intención sea exaltar la Persona del Señor Jesucristo y no halagar nuestra carne.

Al pueblo de Israel el Señor les reprocha en Isaías 29:13: “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, pero su corazón está lejos de mí y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado”.

A los que así lo sientan les invito a unirse a mí y repetir la oración de David: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Sal. 51:10)