jueves, 10 de marzo de 2011

LIBERTAD,LIBERTAD :¡ OH QUE BUENA ! por: José M. Zorrilla

"Bienaventurado, (feliz), el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba" (Romanos 14:22 b)

"Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres..." (Gálatas 5:1)

El contexto de Romanos 14, habla de la vida para Cristo y de la comunión de los santos. En la frase de Gálatas, el énfasis y la sintaxis hablan de una conducta santa y metas muy altas, aparecen junto al nombre del Señor, la acción de la redención y sus efectos de libertad. Los que saben griego dicen que está en aoristo, es decir: la acción y el tiempo de aplicación son permanentes, constantes e ilimitada. En otras palabras el creyente por fe debería vivir una constante libertad y actuar siempre haciendo lo bueno, que también es lo correcto delante de Dios.

Ahora bien, ésta libertad que tenemos por nuestro Señor Jesucristo, tiene que llevarnos a no convertirnos en esclavos, ni siquiera de nosotros mismos.

¿Puede uno ser esclavo de uno mismo?, Totalmente. Cuando el creyente vive una vida carnal o es guiado por instintos carnales, los impulsos de su propia naturaleza que lo sumerge en el hedonismo, termina atrapado por la ley pecaminosa de la naturaleza caída. Eso lo incita a buscar el placer de si mismo, y termina actuando por su propia concuspicensia, (los deseos carnales y mundanos), lo cuál es pecado y además es una muy sutil forma de esclavitud.

La manifestación visible de ésta manera de vivir, el sentido de superioridad, egocentrismo, celos amargos, envidias y raíces de amarguras entre otras cosas, llevan al creyente a ser individualista y antisocial.

Pero Romanos 14:17: nos dice que "El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo".

Esta es otra manera de vivir muy distinta, dependiente de la persona del Espíritu Santo. Diríamos es una nueva y piadosa manera de vida, es vivir la vida eterna:

1) Es una vida comunitaria, es decir tiene como característica la búsqueda permanente de la comunión, y la estimación profunda del pueblo de Dios, y se manifiesta en amor al hermano débil, y desea ayudarlo a crecer, a madurar.
2) La verdadera libertad para hacer lo bueno, es una vida de DOMINIO PROPIO. Es abandonar la búsqueda del placer personal, deseando y procurando agradar a Dios. Es una vida de fe; (Hebreos 11:6)
3) Para vivir una vida de fe activa, es decir la fe dinámica que puede desembocar en proezas, se debe estar saturado del conocimiento de la fe que una vez ha sido dada a los santos, como dice Judas 3, es decir debemos conocer lo que Dios aprueba, y que está revelado totalmente en la Biblia, que es la manifestación del pensamiento del Señor, el Dios todopoderoso.
4) La fe que actúa y agrada a Dios, trae libertad verdadera y placer al creyente. Pero esa la fe que se encarna y se manifiesta en forma visible, cuando uno no es guiado por el instinto, la razón o los deseos mundanos, sino vive bajo el control del Espíritu Santo (Comp. Romanos 8:14-16 - Tiene personalidad espiritual).
5) El conocimiento del pensamiento de Dios y sus planes: (ver Salmo 25:14: "La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto") Tal conocimiento es un tremendo estímulo, tanto que el creyente no quiere vivir en otro plano inferior, sino que se ocupa en los negocios de su Padre, por lo tanto es una vida comprometida con el pueblo y la obra de Dios, esto implica un proceso de cambio continuo junto con el Señor.
6) Un creyente que no se condena a si mismo en lo que aprueba, sino que sus metas son las pautas de Dios, escribe la historia junto con el Señor, ya no solo está en la historia, además está cambiando la historia a su alrededor, junto con EL. Es el creyente que trae la esperanza a la humanidad, las pautas de vida a los hombres según Dios (un creyente en las manos de Dios pueden cambiar la historia de muchas almas, hacer otra historia no de condenación sino de salvación).
7) Esta verdadera libertad, lleva al creyente a plano tan elevado que ya ni piensa en la comida o en la bebida. Consideremos lo que dice el Señor en San Juan 4:33-34, los discípulos estaban comprando comida y pidiéndole que coma, pero el Señor tenía otra comida, y EL dice, es hacer la voluntad del Padre Celestial, es llevar muchos hijos a la gloria.

Conclusión: Es tremendo hablar de libertad en un mundo sumergido en la anómia, es decir sin ley y por lo tanto sin libertad. Pero para el creyente en Cristo Jesús hay posibilidades muy superiores de vida, conocer a Dios y servir a Dios, despegando la vida de uno mismo y de las miserias humanas; aunque éstas lo rodean e incitan para vivir una vida mediática, el cristiano en libertad vive una vida en un plano muy superior, con un poder superior, para agradar al Señor. La misma provisión de quién dependemos, (Dios Espíritu Santo), nos otorga el poder para que el pecado y la esclavitud, no se enseñoreen de nosotros. (comp. Romanos 6:12-14)

Así que hermanos estemos orando fervientemente, para vivir la verdadera libertad, haciendo lo bueno que es lo correcto, justo, y santo delante de nuestro Dios y Salvador. Esto agrada a Dios. AMEN