lunes, 31 de enero de 2011

EL QUE QUIERA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS, CONOCERÁ - San Juan 7:17 Por :José Miguel ZORRILLA

Si hay un tema inquietante para todo verdadero cristiano, es EL que propone la siguiente pregunta: ¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?. Ha sido y es un tema a resolver en la vida de todo aquel que realmente desea servir de corazón al Señor (1ª Tesalonicenses 1:9.)

Por supuesto, es siempre una incógnita para la limitada, débil y frágil mentalidad ser humano, pero de ninguna manera es un problema para Dios el revelarse a sí mismo. Él ha inspirado la Biblia, que es el producto resultante de llenar o soplar en los instrumentos escogidos, por cierto siervos de Dios (2ª Pedro 1:21). Esto implica una ayuda externa, transformándose así en revelación divina (Salmo 32:8 – Isaías 48:17 – 2ª Timoteo 3:16).

Es cierto que Dios siempre toma la iniciativa, pero cuando el hombre busca a Dios de todo corazón, es decir clama con total integridad, y con la sincera intención de agradarle, entonces Dios también contesta al corazón, se revela al hombre (Jeremías 29:11-13)

Primeramente debemos entender y aceptar es que la voluntad de Dios es perfecta, siempre en toda circunstancia aunque de momento no nos resulte agradable, pero la honra que merece el Dios vivo y verdadero, nos llevará a una total obediencia y a una comprobación de dicha voluntad para nosotros. Todo lo que Dios piensa, planifica y hace es bueno en un ciento por ciento.

En segundo lugar debemos conocer que hay tres factores bien definidos, que nos dan la posibilidad de comprender y poner en práctica la voluntad de Dios. A continuación los detallamos

1) La Palabra escrita es el resultante total y solo la Palabra revela la voluntad de Dios al hombre y para los hombres, la Biblia no solo contiene, ES la totalidad de la voluntad revelada ( 2ª Timoteo 3:14-17)

2) La Persona del Espíritu Santo morando en el creyente (Romanos 8:9), cumple cabalmente la misión de enseñarnos y guíarnos a toda la verdad, dándonos a entender todo lo que toma de Cristo para nosotros (San Juan 14:26 – San Juan 16:13-14)

3) El Presbiterio es el tercer factor de entendimiento para comprender la voluntad del Señor. No existe el Robinson Crusoe en la isla de la fe, siempre es necesaria la comunión y la sujeción en absoluta sumisión a aquellos que Dios ha puesto como obispos para apacentar y guiar a la grey de Dios. (1ª Pedro 5:5).

De Modo Que:

• Nuestra vida debe tener un real apego a la Palabra de Dios, asidos de la Palabra de vida (Filipenses 2:16)

• La santidad y sumisión a los mandamientos del Señor, por amor al Amado, nos mantendrá bajo el control del Espíritu Santo. Recordemos que sólo en santidad y comunión íntima entramos en el secreto divino (Hebreos 12:14 – Salmo 25:14 – Efesios 5:18)

• Estando sujetos a vuestros pastores, y en plena comunión con la Iglesia, con todos los santos. Este tipo de comunión plena se logra cuando andamos en la luz, como Dios está en luz, (1ª Juan 1:7), allí la comunión es el fruto de la santidad y el amor a Dios, que se refleja con los hermanos (Hebreos 13:17 – 1ª Juan 4:21)

Que así sea, Amén y Amén.